El Partido Socialista presentó este viernes una moción de censura contra el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, tras la crisis política abierta en España después de que la justicia condenó al gubernamental Partido Popular (PP) por haberse lucrado de la trama de corrupción Gürtel. La medida tiene posibilidades de prosperar con el apoyo de los liberales de Ciudadanos o los nacionalistas vascos y secesionistas catalanes.
La sentencia del caso Gürtel «pone a prueba la reputación de España ante el mundo», dijo Pedro Sánchez en conferencia de prensa al anunciar -sorpresivamente- la moción de censura ante la «grave crisis institucional» provocada por «un partido que se financió ilegalmente durante años y un presidente que no asumió la responsabilidad política».»Hemos presentado una moción de censura para recuperar las reglas de juego violentadas por un partido que acudió a las elecciones dopado, financiado ilegalmente. Una moción de censura para defender nuestra Constitución», añadió Sánchez, quien ayer no compareció y emitió un comunicado que consideraba «inaceptable» la respuesta del PP al fallo de corrupción.
La moción de censura, que puede provocar la caída del gobierno de Rajoy, implica presentar un candidato alternativo a la presidencia del Ejecutivo español, que gane la confianza de la mayoría absoluta de la Cámara, fijada en 176 diputados, algo que todavía Sánchez no tiene garantizado. El político socialista subrayó que su objetivo es «constituir un gobierno del Partido Socialista Obrero Español, un gobierno con una agenda social, que garantizará y hará cumplir la Constitución española», en un mensaje claro dirigido a sus posibles apoyos, ya que para desbancar a Rajoy necesita de los votos de Ciudadanos, que está dispuesto a respaldar una «moción instrumental» o de los secesionistas catalanes.
El registro de la moción en el Congreso de los Diputados español se produjo antes de que el secretario general del PSOE debatiera oficialmente la decisión con la Ejecutiva Federal, que le brindó apoyo. Tras la histórica sentencia del caso de corrupción Gürtel, que condenó al PP de Rajoy a título lucrativo por hacerse beneficiado de una gran red de sobornos, adjudicaciones ilícitas y desvío de fondos, los socialistas debatían si activar una moción de censura, que veían como una responsabilidad ética pero que corría el riesgo de fracasar.
No obstante, Sanchez también temía que Rajoy convocara elecciones anticipadas en caso de que Ciudadanos, el partido que lo apoya en el gobierno, le diera un ultimátum, algo que sucedió después de que los socialistas registraron la moción de censura. El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, exigió al presidente del gobierno que disuelva las Cortes y convoque a elecciones.
Villegas anunció que la Ejecutiva Nacional de Ciudadanos se reunirá el próximo lunes, aunque le da margen de «unas semanas» a Rajoy para cumplir con su ultimátum -para que antes sea posible aprobar los presupuestos en el Senado- y para prorrogar la intervención de Cataluña al amparo del artículo 155 de la Constitución, para evitar una desestabilización de la crisis catalana. El dirigente liberal sostuvo que no apoyarán una moción de Sánchez que cuente con el respaldo de los «separatistas» catalanes.
Los secesionistas catalanes están dispuestos a apoyar a Sánchez, quien en un giro inesperado, no desprecia este apoyo a pesar de que insiste en que hará cumplir la Constitución. El foco de la tensión, con la moción de censura, vuelve a situarse nuevamente en el conflicto de Cataluña.