¿Por qué? ¿Nadie pudo hacer algo? La noticia conmueve: una perra que estaba sana fue sacrificada después de que su dueña, fallecida días atrás, dejó en un testamento la orden de que su mascota sea cremada y enterrada junto a ella. El hecho ocurrió en el estado de Virginia, en Estados Unidos.
La cadena WWBT informó que la perrita Emma, tras la muerte de su dueña, fue llevada primero a un refugio de animales donde permaneció dos semanas. Sin embargo, luego llegó lo incomprensible. Al lugar arribaron personas que vinieron a buscar a Emma; más allá del esfuerzo de los empleados para tratar de disuadirlos, los hombres se llevaron a la perrita para hacer cumplir la última voluntad de la fallecida de practicarle la eutanasia a la mascota.
Emma recibió la inyección letal y sus restos fueron cremados y las cenizas se pusieron en una urna que está junto a la tumba de su última propietaria.
El final de la mascota ha desatado un debate legal, ya que de acuerdo a la ley del estado de Virginia existen cementerios que cuentan con un área para el entierro de animales, pero se prohíbe que estos sean colocados en la misma tumba, cripta o nicho que una persona.
Por su parte, Amanda Howell, abogada de la organización protectora de animales Animal Legal Defense Fund, subrayó que en sus testamentos los dueños de mascotas deberían indicar que dejan a los animales en fideicomiso y no ordenar que se les practique la eutanasia, según revela el portal www.actualidad.rt.com.