Para el ex jefe del bloque PRO en Diputados existe una "falsa idea" de que "la clase política tiene que opinar de los hechos ni bien suceden", respecto a las opiniones de dirigentes sobre la muerte de Fabián Gutiérrez
El ex jefe del bloque PRO en Diputados, Nicolás Massot, aseguró esta mañana que existe una «falsa idea» de que «la clase política tiene que opinar de los hechos ni bien suceden», al tiempo que evitó opinar del asesinato de Fabián Gutiérrez, ya que «recién ayer» tomó conocimiento del hecho» y es un tema que le corresponde a la Justicia.
Al ser consultado por la muerte del ex secretario de Cristina Kirchner y el posterior comunicado de Juntos por el Cambio, Massot consideró que, por su parte, «no tenía presente quién era» Fabian Gutiérrez hasta anoche.
«No puedo hacer consideraciones porque tomé conocimiento tarde anoche. No tenía presente quién era Fabián Gutiérrez. Desde ese lugar poco podría opinar», remarcó en declaraciones radiales.
Asimismo, sostuvo que «el segundo punto» por el que no quiere opinar es porque «la clase política argentina adolece de un vicio que no es sólo de un sector político»: «Es esta idea de que la clase política tiene una obligación de opinar ni bien suceden los acontecimientos que disparan causas judiciales».
«Es todo lo contrario a lo que decimos los políticos cuando decimos que respetamos la independencia de la justicia. No lo digo por el comunicado de Juntos por el Cambio ni por las declaraciones de Cornejo», subrayó.
«Este lugar que le corresponde a la Justicia también se lo denunciamos en falta al oficialismo. Hay otra causa, en la que estoy mencionado como víctima (la de espionaje), en la que también falta prudencia en las declaraciones», remarcó.
«Hay una historia de acontecimientos que son pocos felices como éste en el que la política ha querido suplantar a la Justicia en su rol tratando de politizar algunas causas y eso termina todavía peor», consideró.
«Hay veces que una vez que la justicia dictamina, hay un sector de la política que niega lo que la Justicia dictaminó.
Eso genera una falta de credibilidad y un aumento en el desprestigio de la Justicia y de la clase dirigente en general de la que también formamos parte los políticos», expresó.