Tras su triunfo en las generales y de cara a la segunda vuelta, el candidato de Unión por la Patria arranca este domingo en Tucumán con el objetivo de conquistar votantes
A veintidós días de las elecciones que definirán al próximo presidente, el candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, priorizará en la última etapa de su campaña la convocatoria a un «Gobierno de unidad nacional con los mejores», que incluirá propuestas y compromisos con los votantes de varias opciones opositoras, como la UCR, el sector ‘moderado’ del PRO y el schiarettismo.
Massa iniciará este domingo el tercer tramo de su campaña en la capital de Tucumán, donde había arrancado las actividades proselitistas con vistas a la jornada electoral del 22 de octubre: en aquella oportunidad -a principios de septiembre- suscribió un compromiso de trabajo y unidad con todos los sectores del peronismo, un acuerdo que, a la vista de los resultados del último domingo, se cumplió largamente.
Esta vez, el postulante de la coalición peronista visitará San Miguel de Tucumán para asistir a la asunción de Osvaldo Jaldo, el gobernador electo, y allí insistirá con los ejes de su compromiso con la sociedad para la competencia mano a mano con el postulante de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, en el balotaje del 19 de noviembre.
La decisión de Massa, según adelantaron a Télam desde su comando electoral, será «hablarles a todos los argentinos, a los que lo votaron y a los que no lo votaron en octubre», para además poner el foco en sus atributos personales, que en su entorno (pero también en otros sectores del PJ) resumen en la experiencia política y de gestión, la templanza y el autocontrol para enfrentar momentos difíciles, la voluntad de diálogo con todos los sectores y la capacidad para tomar decisiones.
Todas esas condiciones serán puestas en valor en las presentaciones del candidato y en la narrativa de campaña porque se las considera necesarias, en esta coyuntura compleja del país, para «garantizar la gobernabilidad».
En cuanto al adversario a enfrentar en la segunda vuelta, desde UxP sostienen que el acuerdo entre Milei y la excandidata presidencial de Juntos por el Cambio (JxC) Patricia Bullrich, en el que intervino el exmandatario Mauricio Macri con un rol estelar, es un ejemplo de un «acuerdo entre cúpulas políticas».
En contraste con ese tipo de negociación, desde la coalición peronista señalan que la intención de Massa será comprometerse con todos los argentinos para «ganarse la confianza» de aquellos de extracción radical, o que simpatizan con el peronismo disidente u el ala moderada del PRO, al igual que con los electores que en las PASO y las generales votaron a la izquierda, todos electores que hasta ahora no lo votaron.
«La idea es que lo voten a Massa por su compromiso con el país, por la gobernabilidad, por sus propuestas y por la convocatoria a la unidad nacional con un gobierno de los mejores y no por el espanto al caos que puede generar Milei en la Presidencia», señalan desde el laboratorio de campaña de UxP, donde tienen la orden de «continuar trabajando sin triunfalismo porque todavía falta y no se ganó nada».
Por eso, en el final de la campaña se verá a un candidato que hablará y se mostrará más para los electores que hasta ahora optaron por la oposición, con argumentaciones y mensajes dirigidos especialmente para los que no fueron a votar o para quienes lo hicieron en blanco.
Además, Massa seguirá abogando que «no tiene jefe» e insistirá con que a partir del 10 de diciembre, en el caso de resultar electo, el Presidente será solamente él, lo que no es un detalle menor para los sectores del PJ disidente, sobre todo quienes provienen de Hacemos por Córdoba (HxC), que hasta ahora se resistieron a votar a UxP porque en el frente electoral se encuentra el kirchnerismo.
En esa línea, el periodista Jorge Lanata, en una entrevista concedida en los últimos días a Jorge Rial en el canal de noticias C5N, consideró: «Massa es peronista. No es K».
Este mensaje, que remarca su pertenencia política y pondera capacidad de gestión, impacta de lleno en el votante justicialista, principalmente de Córdoba, que el último domingo votó por la fórmula presidencial que encabezaba el gobernador cordobés, Juan Schiaretti.
Sin proponer cargos ni ofrecer ministerios, Massa buscará también bregar por la noción de «voto útil» en un balotaje en el que se elige únicamente entre dos opciones, en la que Milei, según advierten desde el búnker peronista de la porteña calle Bartolomé Mitre al 300, representaría «la incertidumbre y el caos».
El rasgo particular de ambos candidatos tallará también en la recta final de la campaña, en la que se perfilan atributos personales y estilos muy diferentes en cada postulante y donde la expectativa de UxP es que la personalidad del candidato de LLA quedará inexorablemente en el foco del debate.
Massa, entretanto, continuará con su doble rol de candidato y ministro que «se pone al frente de los problemas que surjan, como el desabastecimiento de combustible, y los soluciona», según destacan desde su equipo de colaboradores.
La idea es seguir mostrando gestión y en las participaciones donde haya trabajadores organizados recordar que Massa cumplió con «una demanda histórica, como fue la eliminación del cobro del Impuesto a las Ganancias».
«Sin chicanas ni golpes bajos», repiten desde el laboratorio de campaña de UxP, pero no dejan de observar lo que consideran traspiés de Milei en cada entrevista en vivo como también lo que transmite desde la pantalla en cada participación pública.
Ante este panorama, insisten: «El pacto (de Milei) con Macri y Bullrich puede moderar el programa libertario pero no puede cambiar su personalidad».
En contraste con eso, Massa seguirá con su perfil de «trabajador incansable» que busca «el diálogo con todos» y que garantiza «responsabilidad de gobierno» con «previsibilidad y orden».
En ese sentido, desde UxP advierten que en el próximo balotaje no estará en peligro la democracia argentina pero sí estará en juego «tener un Gobierno previsible y que trabaje para el interés general».
En ese juego de contrastes con Milei, Massa encabezó en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) un encuentro con 19 gobernadores que respaldaron su candidatura y coincidieron en su llamado a la «unidad nacional con una mirada federal y productiva», donde además se impulse un plan nacional de combate a la inseguridad.
Sobre este último punto, el ministro-candidato aseguró que en el caso de resultar electo tendrá un compromiso «personal» con la acción del Estado frente a esa problemática, que suele aparecer entre las primeras preocupaciones en los sondeos de opinión.
Massa, cuando se trata de seguridad, suele poner como antecedente las acciones realizadas en la primera etapa de su gestión municipal en Tigre.
En cuanto a la puja de fondo entre Massa y Milei, la expectativa en UxP es que la sociedad la lea como la disyuntiva entre «avanzar en una Argentina del futuro» o «retroceder al pasado con Macri, Bullrich y Milei».
Desde esa premisa, se buscará poner sobre la mesa que el acuerdo entre el candidato ultraliberal y la expostulante del PRO terminó provocando la implosión de Juntos por el Cambio: mientras tanto, Massa continuará -y con mayor énfasis- con su convocatoria de la unidad nacional.
«Massa busca representar a una nueva mayoría. Ser el voto útil para muchos sectores con grandes acuerdos», afirman desde el entorno de Massa, quien además declaró en su discurso en la misma noche de las elecciones que «la grieta murió».
«La grieta murió y no la vamos a reavivar. Seguimos con propuestas y hablándoles a todos«, repiten una y otra vez los responsables de la campaña de UxP, quienes adelantan que frente a «la desconfianza y el miedo» que genera Milei aparece Massa como «una propuesta confiable, segura y ordenada para todos».
Tras su viaje a Tucumán para asistir a la asunción de Jaldo, la agenda de Massa seguirá el lunes con reuniones en el Ministerio de Economía y por la tarde un encuentro con las autoridades de la DAIA; además, están en carpeta visitas a Catamarca, Salta y Mar del Plata.