Las movilizaciones se llevaron a cabo en Moscú y tuvieron como principal reclamo la liberación del líder opositor Alexei Navalny, quien fue detenido la semana pasada
Miles de personas participaron hoy en Rusia de masivas marchas opositoras al gobierno de Vladimir Putin, en las que se registraron algunos incidentes y más de 200 manifestantes fueron detenidos.
Las movilizaciones se llevaron a cabo en Moscú y varios puntos del gigante euroasiático y tuvieron como principal reclamo la liberación del líder opositor, Alexei Navalny, quien fue detenido la semana pasada al regresar a Rusia tras haberse recuperado en Alemania de un envenenamiento.
Ante la convocatoria a las marchas, que no fueron autorizadas por el Gobierno, la Policía moscovita había advertido que iba a «reprimir» cualquier actividad que no contara con un aval oficial, ya que consideraban que serían «inaceptables» en medio de la pandemia de coronavirus y una «amenaza para el orden público».
Además de Moscú, también hubo protestas en las ciudades de Vladivostok, Kabarovsk, Novossibirsk y Tchita, entre otras: en varias marchas se produjeron incidentes con las fuerzas de Seguridad y detenciones.
La esposa de Navalny, Yulia Navalnaya, participó de una de las marchas en la capital rusa: «¡Qué bendición que estén todos aquí! ¡Gracias!», publicó en su cuenta de Instagram.
A través de la red social, la mujer había convocado a salir a las calles: «Por nosotros, por él, por nuestros hijos, por los valores e ideales que compartimos».
Navalny, de 44 años y uno de los principales opositores a Putin, denunció haber sido envenenado a mediados de 2020: varios laboratorios europeos confirmaron haber detectado una neurotoxina en su cuerpo, pero el Kremlin rechazó las acusaciones.
Previo a las movilizaciones, el gobierno ruso había instado a las redes sociales a eliminar los mensajes que convocaban a las marchas.
Asimismo, el líder opositor se refirió a la posibilidad de que traten de asesinarlo en prisión y aclaró: «No tengo intención de suicidarme».