El Partido de los Trabajadores (PT) formalizó anoche la precandidatura a la Presidencia de Brasil del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, convocando a masivas movilizaciones en 70 municipios del país.
En medio del desabastecimiento de combustibles y alimentos debido a la huelga de camioneros que frenó actividades en hospitales y en la industria, el PT convocó ayer a simpatizantes de Lula para que, a través de marchas y manifestaciones, se reforzara su imagen como precandidato presidencial.
La mayor formación de izquierda de América Latina insistió en que postulará a Lula a la Presidencia pese a que su líder está en la cárcel, al considerar que es inocente y por alegar que no se puede frustrar a la mayoría de los electores, que en todos los sondeos de intención de voto lo colocan como el máximo favorito para las elecciones de octubre.
Bajo el lema «Aquecimento da pré-candidatura de Lula» (Calentamiento de la precandidatura de Lula), las movilizaciones reunieron a parlamentarios, militantes del PT e integrantes de movimientos sociales y sindicales.
«¡Con osadía y coraje vamos a reconstruir Brasil! ¡Ven con nosotros! Ven con #LulaPresidente!», escribió en su cuenta en Twitter el diputado federal Paulo Pimenta, que lideró la movilización en Brasilia.
Simpatizantes del líder opositor se dieron cita para marchar y participar en actividades políticas y culturales en ciudades como Brasilia, San Pablo y Recife y en municipios de varios estados del noreste del país, una de las regiones más pobres y de donde proviene Lula.
Una caravana marítima que se desplazó varios kilómetros a lo largo del río Apodi Mossoro, en el estado de Río Grande do Norte, para respaldar a Lula fue uno de los actos más destacados de la jornada, citaron medios locales y la agencia de noticias EFE.
Entre los eventos que más congregaron militantes del PT y simpatizantes de Lula estuvo el que se llevó a cabo en Curitiba, ciudad al sur de Brasil donde el ex gobernante cumple una condena de 12 años de prisión desde abril pasado ordenada por el juez Sérgio Moro.
Lula fue condenado por corrupción pasiva y lavado de dinero en un caso relacionado con las investigaciones de la operación Lava Jato, que destapó el mayor escándalo de corrupción en Brasil, al revelar millonarios desvíos en la petrolera estatal Petrobras.
El ex presidente, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010 y que lidera todas las encuestas electorales, está preso luego de que la Justicia considerara que recibió un apartamento en la playa a cambio de beneficiar a la constructora OAS con contratos de Petrobras en un muy discutido fallo que fue rechazado y repudiado de plano tanto por Lula como por gran parte de la sociedad.
En cartas enviadas desde su celda en la ciudad de Curitiba, Lula declaró su total inocencia y reiteró en varias oportunidades su intención de disputar las elecciones, pese a la ley que inhabilita electoralmente a condenados en segunda instancia, como es su caso.
El PT anunció que inscribirá su candidatura el 15 de agosto y que presentará recursos ante el Tribunal Superior Electoral y ante el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte, para que se le permita disputar las elecciones.
Lula aspira a llegar a la Presidencia en los comicios que se realizarán el 7 de octubre próximo y en los que hay una veintena de precandidatos más en unas elecciones consideradas como las más impredecibles en Brasil desde el fin de la dictadura militar (1964-1985).