Los incrementos se dieron incluso hasta el pasado domingo, mientras el Gobierno avanzaba con la idea de retrotraer los valores al 10 de marzo
Mientras el Gobierno avanza en su «guerra» contra la inflación, los movimientos de precios de la industria alimenticia no se detienen. Durante los últimos 10-15 días las compañías enviaron a los comercios listados con incrementos de entre 9% y 15%, una situación que mete todavía más presión sobre la inflación y que no hace más que seguir empeorando la relación con la Secretaría de Comercio Interior.
Estas subas se dieron en gran parte de las categorías y llegan justo en momentos en los que el Gobierno anuncia que se retrotraerán los precios de aquellos productos que no puedan justificar los ajustes. Lácteos, galletitas y fideos son algunos de los productos que mayor crecimiento estuvieron mostrando en los últimos días.
«Hablar de justificados o no justificados, en el contexto en el que estamos, es absolutamente insólito. La inflación de febrero se acercó al 5% y la de marzo posiblemente toque el 6%. ¿Qué más justificativo quieren?», se quejó un empresario del sector.
Justamente para intentar explicar las últimas subas, el martes comenzó una serie de reuniones en las que las compañías deben detallar los motivos por los que habían retocado sus precios. En el primer encuentro estuvieron representantes de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y de algunas empresas, en tanto que durante esta semana se espera la presencia de otras firmas.
El discurso oficial marcaba que una vez presentados los argumentos Comercio Interior se tomaría entre uno y tres días para analizar si las subas estaban o no justificadas, aunque ante los últimos incrementos se decidió tomar una medida más contundente, y determinar el retroceso de precios.
Tras la última reunión, a través de un comunicado, Comercio Interior salió a hablar de «acuerdo» con las alimenticias, quienes no se hacen cargo de esa versión. Las compañías afirman que ese acuerdo no existió y que entendían que la idea era aguardar al veredicto oficial, algo que evidentemente ya se dio de hecho.
Es que la última tanda de subas arrancó la semana pasada, aunque incluso hasta el domingo hubo empresas que enviaron a los comercios mercadería con nuevas planillas de costos. Si todo va como se espera, las subas que se estuvieron dando también deberían quedar sin efecto y volverían a los valores del 10 de marzo pasado.
Durante los últimos 20 días algunas compañías, y en determinados productos, se habían implementado retoques con movimientos ascendentes de entre 20% y 25% -sin contar los de la última semana-, lo que terminó de colmar la paciencia del Gobierno. Esto será anunciado este miércoles por la tarde por el propio secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, quien además lanzará la canasta con precios especiales para los comercios de cercanía, un pedido que los almacenes vienen realizando desde hace tiempo.
Estará compuesta por entre 80 y 85 productos -leche, galletitas, café, té, mate cocido, yerba, yogur, detergente, jabón para la ropa y productos de higiene femenina, entre otros-, y el objetivo inicial es que llegue a los comercios minoristas de todo el país.
Para que este lanzamiento sea posible Comercio Interior presionó a alimenticias y mayoristas –proveedores de los minoristas- para que cedieran parte de su margen de ganancia y permitieran a los pequeños comercios acceder a los productos a valores reducidos, para que luego los pudieran vender a los precios acordados.
Todo esto llevó a que las asperezas entre el Gobierno y las empresas alimenticias –si bien existen hace tiempo- se hicieran más notorias. Ahora, lo que viene es la negociación por Precios Cuidados, que no tendrá tampoco un camino fácil, aunque a partir del 7 de abril próximo, cuando vence esta etapa del programa oficial, continuará vigente.
Aquí, la gran discusión se da por el hecho de que el Gobierno pretende pasar de los 1.300 productos actuales, a una cifra lo más cercana posible a los 2.000. Además, se volverán a discutir los incrementos de precios que se permitirán para los productos de esta canasta. Mientras el Gobierno no quiere superar una barrera que vaya de entre el 3% y el 5%, las compañías reclaman 12%.