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Más de la mitad de las personas mayores de 75 años utilizan nuevas tecnologías


Según los datos del informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, a propósito del Día Internacional de las Personas de Edad que se celebra este viernes, 53% de las personas mayores de 75 años utiliza celular, computadora e internet

El 53% de las personas mayores de 75 años utiliza tecnología (celular, computadora e internet), según un dossier del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que reportó una tendencia hacia «la feminización de la vejez» que se observa en la mayor proporción de mujeres viudas que hombres, quienes «son más proclives a conformar uniones» después de un divorcio.

Los datos del informe publicado a propósito del Día Internacional de las Personas de Edad que se celebra este viernes, muestran que entre la población de 60 a 74 años el porcentaje que utiliza bienes y servicios de las tecnologías de información y comunicación (TIC) es del 84,2%, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares correspondiente al cuarto trimestre de 2019 en aglomerados urbanos.

«Es sorprendente ver cómo el grupo entre 60 y 74 años casi se puso a la par de los otros grupos de edad, hay una diferencia de diez puntos nada más con respecto a los de 45-59», aseguró a Télam Ricardo Iacub, doctor en Psicología y especialista en Gerontología.

«En términos generales estamos viendo cómo las nuevas generaciones se van incluyendo e incluso en la población de 75 años y más están llegando a un 53% cuando en otros momentos era mucho más baja la proporción», continuó y destacó que «se ve un aumento progresivo de capacidades«.

53% de las personas mayores de 75 años utiliza celular, computadora e internet.

53% de las personas mayores de 75 años utiliza celular, computadora e internet.

Según el especialista, los resultados del Indec «demuestran que no hay una imposibilidad cognitiva en relación a la tecnología, pero sí más dificultades por cuestiones que tienen que ver con temores, con una percepción de autoeficacia menor en esta área del conocimiento».

En Argentina existe una brecha digital entre las personas mayores y el resto de la población en cuanto al acceso y uso de nuevas tecnologías, que se intensifica a partir de los 75 años, según el texto difundido ayer por el Indec.

Para reducir esta brecha, Iacub explicó que «hay que apostar a la educación de los mayores en TIC» y remarcó la importancia de pensar en «la noción de la accesibilidad cognitiva como un derecho y probar los sistemas con públicos muy diversos».

«Tenemos que probar metodologías que resulten amigables para públicos que no son los más familiarizados con las TICs, es el gran desafío que se viene», enfatizó.

La feminización de la vejez

Por otro lado, el dosier del Indec advierte sobre una tendencia hacia «la feminización de la vejez», ya que si bien nacen más varones que mujeres, la mayor sobrevida de estas las convierte en un grupo mayoritario, proceso que se intensifica con el correr de los años.

Mientras que en el año 2010, entre los niños y niñas de 5 a 9 años se registraron 97 mujeres por cada 100 varones, entre los adultos de 60 a 64 años, había 113 mujeres cada 100 varones, según precisó el Indec.

La feminización de la vejez también se expresa en relación a la conformación del hogar: una de cada 4 mujeres de 60 años y más habita en hogares unipersonales y se observa una mayor presencia de mujeres en residencias colectivas en los grupos de edad más avanzada.

En 2010, entre las personas de 75 años y más que habitaban en una residencia, casi 8 de cada 10 eran mujeres.

El aumento de la longevidad supone una mayor presencia relativa de personas mayores en situación de dependencia durante períodos prolongados. A mayor edad, mayor presencia relativa de personas que viven en residencias, situación que se intensifica entre las mujeres, ilustró el informe.

Más de la mitad de las personas mayores de 75 años utilizan nuevas tecnologías.

Más de la mitad de las personas mayores de 75 años utilizan nuevas tecnologías.

«Hay un aumento en la expectativa de vida de las mujeres. A nivel mundial las mujeres viven 4,6 años más que los varones, mientras que en la Argentina esa expectativa de vida de las mujeres es de 6,2 años más que en los varones», precisó a Télam Mónica Roque, secretaria de Derechos Humanos, Gerontología Comunitaria y Género de PAMI.

Para Roque esa diferencia se puede explicar por varias razones, entre ellas «que los varones están más expuestos al riesgo, que acuden menos que las mujeres al sistema de salud, mientras que la mujeres en general prestan mayor atención al cuidado de su salud».

Al respecto el informe del Indec precisa que en los varones de 60 a 74 años se acentúa la mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio mientras que entre sus pares mujeres prevalecen las muertes por tumores.

A partir de los 75 años, el patrón de mortalidad no presenta diferencias; la principal causa de muerte son las enfermedades del sistema circulatorio.

A su vez, las mujeres se encuentran sobrerrepresentadas en situaciones de viudez, mientras que los varones de 60 y más años son más proclives a conformar uniones posteriores a la separación o el divorcio.

Sobre este punto Roque precisó a Télam que «el 35% de las mujeres viudas mayores de 60 años, viven solas, mientras que en sólo el 14% de los varones viudos viven solos».

La especialista en adultos mayores destacó que muchas mujeres «viven la viudez como una etapa natural de la vida y muchas esperan esa etapa, para hacer aquellas cosas que no pudieron hacer por ocuparse del cuidado de los hijos, o de los padres o de los mismos cónyuges». Empiezan a tener «tiempo para ellas», destacó Roque.

Mónica Roque subrayó el hecho que las mujeres -aún las mayores de 60 años que siguen trabajando- «realizan multitareas» y asumen una «multiplicidad de roles» mucho más que los varones.

«A nivel mundial el 83% de las mujeres que están ocupadas realiza tareas de cuidado en el hogar, mientras que entre los varones el porcentaje es del 53%», indicó Roque a Télam remarcando la «brecha de equidad» que existe en esos roles.

«Si las mujeres dejaran de realizar las tareas de cuidado que hacen, la sociedad se paralizaría», subrayó.

La especialista del PAMI subrayó por último que «lejos de ser una carga los adultos mayores son un aporte para la comunidad».

«Son un aporte económico, acotó, porque siguen consumiendo en el mercado interno, porque siguen trabajando y aportando su experiencia. Son un capital social importante. De ninguna manera una carga», reiteró Roque.