Más de 500 senderistas y sus guías, muchos de ellos extranjeros, permanecían bloqueados el lunes en el monte Rinjani, una muy frecuentada zona turística de la isla indonesia de Lombok, donde la víspera se produjo un terremoto mortal.
Las autoridades desplegaron helicópteros y equipos de rescate a pie para evacuar a los montañeros atrapados sobre este volcán.
Entre ellos hay estadounidenses, alemanes, franceses, holandeses y tailandeses.
«Todavía hay 560 personas atrapadas» por los deslizamientos de tierra provocados por el sismo de magnitud 6,4 que sacudió la isla el domingo, afirmó Sudiyono, director del parque nacional Rinjani, que como muchos indonesios solo tiene un nombre.
«Quinientas están en la zona de Segara Anakan y 60 en Batu Ceper», precisó.
El sismo dejó al menos 16 muertos y más de 160 heridos.
Destruyó cientos de casas y provocó escenas de pánico cuando los residentes y los turistas alojados en los hoteles se precipitaron al exterior.
El temblor se sintió también en las pequeñas islas de Gili, otro popular destino turístico frente a las costas de Lombok, y en Bali.
Las operaciones de rescate en el monte Rinjani debería durar al menos hasta el martes, según las autoridades. A diferencia de los 560 senderistas, cientos de personas pudieron bajar de la montaña el domingo.
Helicópteros del ejército lanzaron comida y bebidas en varios lugares para abastecer a las personas atrapadas sobre el volcán.
«Con los víveres, pueden aguantar uno o dos días más», declaró a la AFP Agus Hendra Sanjaya, portavoz de la agencia de rescate en Mataram. Ningún senderista está herido, aseguró.
– Desprendimiento de piedras –
El terremoto tuvo lugar 50 km al noreste de Mataram, la principal ciudad de Lombok.
El monte Rinjani, de 3.700 metros de altura, es el segundo mayor volcán de Indonesia y un destino muy apreciado por los aficionados al senderismo debido a las magnificas vistas que se aprecian desde su cima.
El sismo provocó el desprendimiento de toneladas de piedras y barro, que bloquearon a los visitantes en la montaña.
Los senderos del monte Rinjani fueron cerrados tras el terremoto por temor a nuevos deslizamientos de tierra. Tras el sismo, se registraron otras dos sacudidas muy fuertes y más de un centenar de réplicas.
Entre las personas que permanecían bloqueadas había 239 tailandeses, informó la embajada de Tailandia en Yakarta.
Un senderista tailandés, Thanapon Worawutchainan, que se encontraba en la cima del volcán en el momento del terremoto, publicó en su cuenta Facebook un video en el que se veía caer a varias personas. El temblor fue muy violento y la gente se acostó en el suelo hasta que terminaron las réplicas.
«Parecía que la montaña frente a mí se iba a venir abajo, la gente resultó herida por el desprendimiento de piedras», escribió otro senderista tailandés, Funknathee Prapasawat, también en Facebook.
Un día después del sismo, 5.141 personas estaban alojadas en albergues provisionales y necesitaban agua potable, declaró un portavoz de la agencia de gestión de catástrofes, Sutopo Purwo Nugroho, al canal de televisión Metro TV.
El presidente indonesio, Jokowi Widodo, visitó el lunes las zonas siniestradas y prometió una ayuda financiera a los habitantes que perdieron sus hogares en la catástrofe.
«Debemos tener presente que nuestro país se encuentra en el cinturón de fuego. La gente debe estar preparada para toda catástrofe», afirmó Jokowi.
Indonesia, un archipiélago de 17.000 islas e islotes, se sitúa en el conocido como «cinturón de fuego» del Pacífico, una zona de fuerte actividad sísmica. Aunque el país registra numerosos seísmos, la mayoría no son peligrosos.