Luego de las cifras divulgadas por el Indec, CLG dialogó con Marcos Aviano, director del Cesyac, y consultó a rosarinos que salían de hacer sus compras
La situación económica argentina viene empeorando año a año: una inflación que no se detiene, desempleo, bajos salarios y un Estado Nacional que contrajo una histórica deuda. Si bien en los últimos meses el índice de precios se desaceleró, los aumentos continúan y eso se puede ver en las cifras que publica el Indec.
El pasado martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos reveló que en mayo una familia tipo necesitó más de 30 mil pesos para no caer en la pobreza. Este dato se basa en el precio de la Canasta Básica, el cual trepó a $30.337,84, un 2,9% más que en abril.
Por eso, CLG dialogó con Marcos Aviano, director ejecutivo del Centro de Educación, Servicios y Asesoramiento al Consumidor (Cesyac), quien analizó los datos difundidos: «El costo de vida que mide el Indec realmente da la pauta de que, a pesar de que están siendo menores los índices, la presión continúa y las expectativas inflacionarias no ceden en el sector privado«.
«Puede ser que en el ámbito de las tarifas el gobierno finalmente vaya a cumplir con su promesa de no aumentar más la energía mayorista y el gas, pero en el sector privado sigue siendo una preocupación, desde el punto de vista de los consumidores estamos viendo eso», agregó.
Aviano también explicó que el número de pobres no se condice con el duro momento que atraviesa el país: «Los números del Indec muestran que el aumento de la pobreza no fue proporcional al aumento del desempleo y al deterioro de la capacidad de compra, pero no es porque poca gente pasó a ser pobre sino que muchos pobres pasaron a ser indigentes«. Y añadió: «En este presente es muy difícil juntar $30.000 al mes, y el análisis es más global: hay familias que empiezan a caer dentro de la línea de la pobreza porque no superan esos ingresos aunque la pobreza que están viviendo puede ser digna».
Además, Aviano vaticinó un futuro no mucho mejor: «Si bien en abril y mayo hubo una inflación más baja que en meses anteriores, sigue la sensación en el consumidor de que la inflación no está cediendo, de que los precios siguen aumentando y que tampoco hay una visión de corto y mediano plazo de mejoría y recuperación del poder adquisitivo. Más allá del impacto del número de 30 mil pesos es también ver el horizonte y cómo la cosa va a venir en el futuro».
«Es compartido por todos que hay un deterioro de la calidad de vida y de la posibilidad de vivir dignamente de muchísimas familias que hasta hace unos años por ingresos no vivían en una situación de pobreza», concluyó.
¿Qué opina el rosarino?
Luego de consultar al especialista, CLG salió a la calle a preguntarle a los rosarinos que salían de hacer sus compras en supermercados cómo ven los precios y si les cuesta llegar a fin de mes. Mirá la #EncuestaCLG completa, acá: