Opinión

Martín Guzmán, una figura inesperada


Por Diego Añaños

Ni los comentaristas políticos ni los analistas económicos le pueden sacar la ficha a Martín Guzmán, los tiene a todos desconcertados. Habla pausadamente y no levanta la voz. Incluso por momentos parece que no está muy seguro de lo que dice, pero avanza firme y sólo provee la información que considera relevante. Tampoco se deja presionar por las ansiedades de “los mercados”. Soportó con, al menos aparente tranquilidad, dos o tres semanas de operaciones mediáticas que, montadas sobre la disparada del dólar blue profetizaban una devaluación irrerversible. Dejó correr a los apretadores de siempre, y cuando lo consideró oportuno, anunció medidas de flexibilización para la adquisición del CCL y lentamente fue acomodando el barco. Seamos claro, lo que sucedió en octubre fue un delirio, y no pareció despeinar al joven ministro. Para sorpresa de muchos, Sacachispas sigue en primera y no le está yendo tan mal en la tabla.

Anticipándose a la apertura de los mercados del lunes, el ministro Guzmán anunció que no solicitará la asistencia del BCRA en forma de Adelantos Transitorios hasta fin de año, quedando como única alternativa de financiamiento el giro de utilidades. Los adelantos transitorios son préstamos que otorga el Banco Central al Tesoro Nacional y están destinados a financiar las necesidades de recursos que no se alcanzan a cubrir mediante la recaudación tributaria o la colocación de deuda en el mercado.

Los gastos extraordinarios que demandó la gestión de la pandemia, habían aumentado considerablemente la necesidad del financiamiento por la vía de la asistencia a través de la emisión monetaria. Tanto la incipiente recuperación del nivel de actividad económica, como el aumento de la recaudación tributaria, le permiten hoy al equipo económico iniciar la tarea de comenzar a regularizar los desequilibrios propios de una situación profundamente crítica.

Guzmán también anunció que en lo sucesivo, el financiamiento del Tesoro se realizará a través de colocación de deuda, de modo de cubrir el déficit con la menor emisión posible. Se prevé “renovar la totalidad de los vencimientos de capital e intereses y obtener financiamiento neto de mercado por hasta un 10% respecto del total de vencimientos de dicho período”. Paralelamente se dispuso que “cualquier incremento del financiamiento neto que supere ese umbral, será destinado a reducir adicionalmente el nivel de asistencia del Banco Central”.

Como decíamos más arriba, son buenas noticias las que llegan desde el frente tributario. La recaudación aumentó por segundo mes consecutivo por encima de la inflación. El incremento nominal de octubre fue de 43,9% interanual, lo que en términos reales significa que estuvo más de 5 puntos por encima del índice general de precios. La consolidación de la tendencia iniciada en septiembre se debe fundamentalmente a dos razones: por un lado a la recuperación del nivel de actividad económica, y por el otro a la desaceleración de los precios. El ministerio de Economía, también destaca la influencia que tuvieron las modificaciones tributarias que se produjeron en el marco de la Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva. La crisis inducida por la pandemia, ha producido una caída de la recaudación de un 9,1% en términos reales en lo que va de 2020, en comparación con los 10 primeros meses de 2019.

A mediados de éste mes, se viene la próxima visita del FMI. La misión del organismo estaría desembarcando en Buenos Aires el 17 de noviembre, y se calcula que estarán en suelo argentino no menos de 15 días. En agosto, el ministro Guzmán había declarado que se esperaba cerrar un acuerdo con el Fondo a comienzos de 2021, y nada parece haber trastocado los planes. Sin embargo, algunas versiones aseguran que el equipo de negociadores del gobierno hará un intento de cerrar un acuerdo express. Parece difícil, ya que permanecerán en Buenos Aires hasta comienzos de diciembre. El informe tendría que llegar a Washington, ser evaluado aceleradamente por el directorio que debería emitir un dictamen inmediato, para luego cumplirse con todos los procedimientos formales. No da la impresión de que sea diciembre un mes apropiado para esas velocidades, especialmente teniendo en cuenta la llegada de las fiestas y los feriados correspondientes.

Como todos sabemos, sabemos, la discusión que se viene es acerca de los términos de la relación con el FMI, independientemente del formato final que tome el acuerdo. Todas las miradas están puestas en la posibilidad de que el organismo acepte una revisión del famoso artículo IV, en el que se señala que el Fondo ejercerá “una firme supervisión de las políticas de tipos de cambio de los países miembros y adoptará principios específicos que sirvan de orientación de todos ellos con respecto a esas políticas”. Según se sostiene en un artículo de David Cayón publicado el lunes en Infobae, desde fuentes gubernamentales se afirma que no necesariamente la próxima visita incluirá una revisión del artículo, a la vez que aseguran que por ahora no se habla de eso. Créanme, se me hace difícil creerlo, pero ojalá así sea.