El ex jefe del Ejército Martín Balza aseguró que está «de acuerdo» la designación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior y celebró el «proceso de modernización» en el organismo.
Para el ex militar, «hay una parte mínima de la sociedad argentina a la que le cuesta separar» a los que hoy conducen la institución «de lo que fue el Proceso y la dictadura».
«Estos hombres no tienen nada que ver ni con Videla, ni con Massera, ni con Díaz Bessone, ni con Menéndez, ni con Galtieri.
¡Ni los conocieron! Disculpe la vehemencia. No les podemos hacer pagar ese precio a estos hombres, que ingresaron con Alfonsín, en plena democracia y egresaron en democracia», sostuvo durante una entrevista con Clarín.
Balza, que también fue embajador en Colombia y Costa Rica, explicó que está «de acuerdo» con el decreto del Gobierno para modificar el rol de las FF. AA., «más allá de toda especulación política».
En este sentido, consideró que las agresiones contra el territorio nacional «pueden ser de origen externo pero no sólo – ni principalmente- por ejércitos de otros países».
«Hoy hay ejércitos privados o irregulares, en Irak, en Afganistán, que mueven cien mil millones de dólares anuales. ¿Por qué autolimitarnos en el monopolio legal de la violencia a ejércitos regulares de otros países?», señaló al respecto.
El ex funcionario opinó además que «en los últimos 12 años ha habido una desatención hacia las Fuerzas Armadas» y resaltó que, «sin mantenimiento adecuado, los tanques no sirven ni para desfilar».
«Hay un estado de indefensión del país. La última incorporación de material a las Fuerzas Armadas debe ser de finales de los’90», señaló.
Balza reconoció que «en los años 80 hubo lamentables desencuentros con algunos grupos insurgentes en dos gobiernos de diferente signo político», pero subrayó que «estas Fuerzas Armadas son respetuosos de las instituciones republicanas» y «lo han demostrado».
Finalmente, el ex militar aclaró que no es la «misión» del Ejército luchar contra el narcotráfico y resaltó que, por experiencia, sabe «que los resultados nunca son buenos».