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Marcha atrás: el gobierno cede en las aspiraciones a una reforma laboral


Marcos Peña, el jefe de Gabinete, reconoció que el gobierno no está tan entusiasmado ya con una reforma laboral y que la reforma no es “de vida o muerte”.

El Gobierno reconoció que ya no buscará una ley de reforma laboral sino que buscará lograr acuerdos puntuales con distintos sectores. Desde el Ejecutivo aclararon que “no es de vida o muerte que sea una ley o varias leyes”. La intención de la Casa Rosada -no explicitada abiertamente- es que las modificaciones se realicen en la primera mitad del 2018.

Acuerdos sectoriales viene habiendo y van a seguir ocurriendo, pero también van a suceder modificaciones normativas, que el Congreso decidirá en el debate de los consensos parlamentarios y todos tenemos minorías para ver si es mejor que ese conjunto de normas sean varias leyes separadas o sea una ley conjunto. Lo importante es entender esa idea del reformismo laboral, que va más allá de una reforma laboral”, sostuvo el jefe de Gabinete Marcos Peña en declaraciones radiales.

“Había varias iniciativas que eran fruto del consenso con la CGT a fin de año y se empaquetaron en una sola ley, pero para nosotros no es de vida o muerte que sea una ley o varias leyes”, agregó el funcionario.

La idea, según afirman en la Casa Rosada, es que no habrá una ley de reforma laboral sino un conjunto de iniciativas, algunas vía acuerdos y otras vía leyes.

En el Ejecutivo creen que es importante avanzar durante en el primer semestre de 2018. Aunque no lo dicen abiertamente, el temor es que en la segunda mitad del año arranque de hecho la pelea por la elección presidencial del año que viene y la búsqueda de acuerdos se haga cuesta arriba. El no insistir con una ley amplia de reforma laboral busca además evitar un desgaste como el que sufrió el oficialismo con el debate de la reforma previsional.

Lo que sí hará el Gobierno

Hoy Peña insistió: “No hay una sola reforma, en la Argentina, que sea sacamos una ley y ya cambiamos el tema. Todo requiere trabajo, requiere diálogo, implementación y seguimiento y eso va a seguir haciéndose”.

“Lo que para nosotros es importante es que avancemos en un blanqueo laboral para que los trabajadores informales puedan ingresar al mercado formal; es de vida o muerte generar mejoras en el tema capacitación para que todos puedan incluirse, y queremos mejorar, por ejemplo, el régimen de licencias”, agrego.

Para lograr los cambios, en el Gobierno son conscientes de que necesitan el apoyo de todos los actores. “Lo que queremos hacer y lo queremos hacer dialogando con los sindicalistas, los trabajadores, los gobiernos y la sociedad, en general”, agregó el jefe de Gabinete.

“Si el título (de ‘reforma laboral’) evoca otros momentos que parece que pierden los trabajadores, volvamos a la mesa de trabajo y discutamos herramienta por herramienta. No tenemos un problema en eso, lo que no podemos aceptar es no debatir cambios en un sistema laboral injusto, desigual y obsoleto en muchos planos”, finalizó Peña.

Fuente El Cronista