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Tras la derrota

Maradona: «No tengo tiempo para envidias, que Messi haga tres goles»


Tras la derrota de la selección argentina 3 a 0 contra Croacia, Diego Armando Maradona aseguró hoy que no tiene «tiempo para envidias» y quiere que Lionel Messi «haga 3 goles» en el próximo partido ante Nigeria.

«Yo quiero que Argentina gane. No tengo tiempo para envidias. Ojalá que Messi haga 3 goles, 3 goles (Sergio) Agüero, o que ganemos 1-0 en tiempo de descuento», resaltó el ex técnico de la Selección, que se hizo presente una vez más en el estadio para alentar al equipo dirigido por Jorge Sampaoli.

En su cuenta de la red social Instagram, Maradona señaló: «Estoy acá, al lado de mis colores, que son más fuertes que lo que cualquiera pueda decir. Pidámosle a Dios que nos ayude, como siempre nos ayudó».

«Él nos dio el prestigio que hoy tiene la Argentina, y yo no quiero perderlo. Yo quiero que Argentina gane. No tengo tiempo para envidias. Ojalá que Messi haga 3 goles, 3 goles Agüero, o que ganemos 1-0 en tiempo de descuento. Lo importante es que hoy los argentinos estamos acá, como estuvimos nosotros con los rusos, después de Camerún en Italia 90», subrayó el campeón del mundo en México 86.

Junto a un video suyo alentando a la Selección en el estadio Niznhi Nóvgorod, Maradona agregó: «Le mando un beso grande a todos los argentinos, y esto no termina acá. Hoy puede salir un nuevo sol, más brillante que nunca para nosotros. Arriba Argentina».

El mejor de todos los tiempos había arengado a los jugadores en la previa y, en una nota antes de que comenzara el partido, aseguró: «¡Tienen que ganar hoy, hermano!».

Maradona pidió jugar con «huevos» a través del gesto clásico antes que ruede la pelota y, casi salta un palco donde había un vidrio que lo separaba de la platea cuando Enzo Pérez erró una clara situación a los 30 del primer tiempo.
Con una camiseta suplente de Argentina con el apellido de Messi, fue una vez más el centro de los flashes y se sacó la campera enseguida, producto del calor que sentía entre tanta adrenalina y nervios.

A diferencia del partido con Islandia donde se prendió un habano y luego debió pedir disculpas, ésta vez no fumó dentro del estadio.

Con el segundo tiempo en marcha y cuando el trámite comenzaba a mostrar que Argentina difícilmente iba a dar vuelta la historia, se lo observó comiéndose las uñas y, en el momento en que Croacia metió el 3 a 0, tuvo un gesto adusto y se tomó la cara como señal de preocupación.