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Manifestación dividida de los «chalecos amarillos» por aspiraciones políticas de un sector


Los «chalecos amarillos» salieron a las calles de Francia este sábado en una nueva jornada de protestas antigubernamentales en medio de fricciones por el lanzamiento de una lista para participar en las elecciones europeas de mayo próximo.

El movimiento, que marcha por undécimo sábado consecutivo, ha perdido la intensidad de las primeras protestas pero todavía mantiene la presión sobre le presidente, Emmanuel Macron, que se vio obligado a encarar un diálogo nacional para enfrentar la peor crisis desde que llegó al Eliseo, en mayo de 2017.

A primera hora de la mañana, decenas de manifestantes comenzaron a congregarse en el centro de París, en la avenida de los Campos Elíseos, epicentro de las protestas. “Queremos un aumento de los sueldos y no nos detendremos hasta que lo hayamos obtenido”, explicó Bechir Mahroug, un electricista parisino de 42 años que no faltó a ninguna protesta y aseguró que va a regresar «todos los fines de semana» porque «nada ha cambiado».

Para Mahroug, la lista presentada por algunos «chalecos amarillos» para las elecciones europeas no es más que «una distracción», según reportó el diario Le Parisien. El anuncio el miércoles de la creación de una lista de “chalecos amarillos” bautizada Reunión de Iniciativa Ciudadana (RIC), cuyo objetivo es “transformar la cólera en un proyecto político humano”, ha fracturado al movimiento.

“Nos estamos dispersando, deberíamos habernos quedado unidos”, señaló a la radio France Inter Marc, un jubilado de 64 años que reside en un suburbio parisino y salió a las calles porque el giro político que está tomando el movimiento «le da miedo».

Los últimos dos sábados, 84.000 manifestantes salieron a las calles en todo el país, según el ministerio del Interior, una cifra en aumento con respecto a finales de diciembre pero muy por debajo de los casi 300.000 que participaron en las protestas a mediados de noviembre.

Por otro lado, se espera esta noche la primera manifestación nocturna en París, en la Plaza de la República, que fue convocada a través de Facebook por los organizadores, que llamaron a celebrar una noche amarilla pacífica para “debatir e intercambiar” ideas sobre sus reivindicaciones.

Para calmar las protestas, Macron suspendió el aumento del impuesto sobre los combustibles que desencadenó las protestas, anunció un aumento del salario mínimo y convocó un debate nacional que por ahora no ha logrado calmar las aguas.

Para mañana se prevé una manifestación de «pañuelos rojos», un nuevo colectivo que dice representar a una minoría silenciosa que está cansado de la violencia durante las protestas de los «chalecos amarillos».