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Fase final del rescate de Julen: los mineros ingresaron al túnel


El rescate de Julen, el niño de dos años que cayó en un pozo en la localidad malagueña de Totalán, afronta este jueves una jornada clave y tal vez final. La brigada de salvamento minero encargada del rescate ingresó ya en el túnel vertical por medio del cual intentará llegar hasta el menor, tras excavar de forma manual una galería, trabajo que puede demorar otras 24 horas.

Poco antes de las 18, hora local (14 de Argentina), los rescatistas comenzaron a bajar por el túnel de 60 metros de profundidad perforado en paralelo al pozo, informó a través de Twitter el delegado del gobierno español en Andalucía, Alfonso Rodriguez Gómez de Celis.

Con el ingreso de la brigada en el túnel vertical se inicia la fase final del complejo operativo, que tiene como objetivo traer al niño a la superficie.

Los rescatistas mantienen viva la esperanza de recuperar a Julen con vida, a pesar de que está atrapado en un pozo de más de 100 metros de profundidad y apenas 25 centímetros de diámetro bajo un «tapón de tierra» desde el pasado 13 de enero.

Del operativo participan un total de veintiséis efectivos, ocho de la Brigada de Salvamento Minero, diez guardias civiles –ocho especialistas de montaña y dos de actividades subacuáticas- y ocho bomberos.

Todavía quedan muchas horas de trabajo por delante, lo que puede dilatar el rescate una vez más, puesto que los mineros deberán excavar de forma manual y podrían enfrentar nuevos contratiempos, como toparse con roca dura, lo que obligaría a intervenir con micro voladuras.

«El rescate es una labor típica minera del siglo pasado: hay que abrir un hueco y a medida de que lo hagan irán posteando (asegurando techo y paredes). Una labor artesanal de siempre», explicó hoy Santiago Suárez, ex jefe de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa, en declaraciones a radio Cadena Ser.

Una vez que bajen al final del túnel vertical, los mineros abrirán un hueco con un martillo neumático que irán «posteando» de forma artesanal.

«Cuando empiecen a actuar, no pararán y se irán turnando de dos en dos cada 40 minutos para mantener el frente siempre abierto», aseguró el experto, quien indicó que «el tiempo lo marcará la dureza del terreno», sin querer aventurar cuántas horas de trabajo quedan aún por delante, aunque inicialmente se estimó en un día.

«Estamos ante un rescate muy atípico, porque apenas se disponen de datos y hay que ir solucionando las cosas sobre la marcha», indicó el ex jefe del grupo de expertos que intentará llevar a Julen con sus padres.

El niño, que cayó en el pozo el 13 de enero mientras jugaba, se encontraría debajo de un «tapón de tierra» detectado a 71 metros de profundidad por las cámaras introducidas en el agujero cuando comenzaron las labores de rescate.

Se desconoce su estado de salud y la única esperanza de hallarlo con vida es que se haya formado una «bolsa de aire» debajo del tapón, algo que no fue confirmado en ningún momento.