El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró este viernes su «mayor y absoluto rechazo» al informe de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y advirtió que las «falsas acusaciones» del documento pueden ser utilizadas como justificativo por quienes impulsan una intervención en su país.
«Su reporte se alinea de manera lamentable con el relato mediático y político impuesto desde Washington, al repetir el guión acerca de la existencia de un supuesto gobierno dictatorial y de una supuesta crisis humanitaria, justificadora de una intervención para quienes anhelan hacerse raperamente con nuestros inmensos recursos naturales», denunció Maduro en una carta enviada a Bachelet.
La larga misiva, difundida en Twitter por el canciller Jorge Arreaza y publicada en varios medios locales de prensa, es una respuesta directa al informe que la chilena Bachelet presentó el 5 de julio, luego de una visita de dos días a Caracas durante la cual se reunió con autoridades del Gobierno, líderes del antichavismo y autoridades de agrupaciones sociales o defensoras de los derechos humanos.
En el documento, Bachelet denunció 6.800 ejecuciones extrajudiciales en Venezuela, entre enero de 2018 y mayo de 2019, la mayoría de ellas cometidas por paramilitares, entre otros delitos contra los derechos humanos, además del incumplimiento del gobierno en su obligación de asegurar para la población necesidades básicas como alimentación y salud.
La de Bachelet es una conclusión «profundamente lesiva a la dignidad del pueblo venezolano y a la verdad de la situación de los Derechos Humanos en Venezuela», protestó Maduro.
«Lamentablemente, salta a la vista que no escuchó a Venezuela», añadió.
El jefe de Estado consideró que el informe Bachelet está «plagado de falsas afirmaciones, tergiversaciones y manipulaciones en el uso de datos y fuentes»; es «carente de equilibrio y rigor, abiertamente parcializado» y presenta «un panorama distorsionado de la situación de Derechos Humanos» en Venezuela.
También cuestionó el hecho de que el 82 por ciento de las opiniones sobre las que Bachelet basó su documento fueron recogidas fuera de Venezuela.
«Lamentablemente, usted ha cedido a las presiones que sé que existen para torcer su misión, y tristemente se ha puesto del lado de los verdaderos violadores de los derechos humanos del pueblo venezolano, abriendo así la puerta a quienes plantean una intervención directa en nuestra patria», completó.
Venezuela denuncia hace meses la existencia de una ofensiva diplomática liderada por Estados Unidos para desalojar a Maduro del poder.
Más de 50 países declararon a Maduro como un «usurpador» y reconocieron como presidente interino del país caribeño a Juan Guaidó, quien se juramentó a la cabeza del Poder Ejecutivo por encargo de la Asamblea nacional (AN, parlamento), dominada por el antichavismo.