En medio de la ofensiva de la oposición y varios países occidentales que el presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, abandone su cargo, el Jefe de Estado repudió la política injerencista de EE.UU. en su país: «Europa y el mundo necesitan saber que la Casa Blanca ha sido tomada por un extremista», dijo en una entrevista con Sky.
«Es como si el Ku Klux Klan (KKK) hubiera llegado a la Casa Blanca y Donald Trump es su líder», añadió, tras acusar a Washington de intentar convertir a Venezuela en «un nuevo Vietnam». Las palabras del mandatario se producen un día después de que el presidente estadounidense reiterara que la intervención militar al país suramericano es «una opción» que su gobierno no descarta.
Por otra parte, Maduro dirigió su crítica también contra el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence; el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton; y el secretario de Estado, Mike Pompeo, a quienes acusó de «supremacistas». «Se dedican diariamente a conspirar contra Venezuela», denunció.
Semanas atrás, el propio Bolton reconoció que el objetivo Washington es que firmas estadounidenses puedan participar en la explotación del petróleo en Venezuela, país que ostenta la primera reserva mundial certificada de hidrocarburos.
Contra la guerra
En la entrevista, el presidente venezolano también rechazó una posible intervención extranjera en su país. Pero aseguró que en caso de que suceda, el pueblo y la Fuerza Armada encabezarán la resistencia.
«El pueblo venezolano y nuestras Fuerzas Armadas no permitirán tomar una pulgada de nuestro territorio nacional», afirmó. «Esta es la tierra de Simón Bolívar, esta es la tierra que tomó su ejército y liberó a América Latina. Es una tierra de orgullo, de patriotismo», completó.