Integrantes de la Cooperativa Mamis, madres solteras en situación de vulnerabilidad, trabajan para desarrollar, con el impulso del Ministerio de Agroindustria bonaerense, un proyecto de residuo cero que se basa en la producción de hongos comestibles en la ciudad de América, partido de Rivadavia.
La cooperativa está conformada por 36 madres solteras en situación de vulnerabilidad que, con el acompañamiento del Estado provincial y municipal y la asistencia técnica del Laboratorio de Hongos Agaricales de un Instituto UBA-Conicet, trabajan para llevar adelante esta iniciativa.
La propuesta es que a partir de restos de poda de arbolado urbano, las mujeres produzcan y vendan las especies de hongos Pleurotus y Shiitake y que, a la vez, con el residuo de ello, generen energía.
Mamis es un espacio de contención, educación, aprendizaje y trabajo para mujeres y desde el Municipio de Rivadavia brindan a las madres solteras, de entre 20 y 50 años, capacitaciones en talleres que se dictan de lunes a viernes para poder desarrollar luego emprendimientos con salida laboral.
La coordinadora de la Cooperativa Mamis, Susana Torres, dijo a Télam que «antes hacíamos ladrillos ecológicos y ahora estamos capacitando a las chicas en el cultivo de hongos para poder llevar adelante esta iniciativa en aproximadamente un mes y medio».
«Trabajamos en red con psicólogos, con la Comisaría de la Mujer y con asistentes sociales en un centro integrador. Damos capacitación a las mujeres en temas puntuales como limpieza o cuidado de niños y cuando se necesita a alguien para determinado trabajo de este tipo, desde el municipio se las convoca», detalló Torres.
Sostuvo que «el proyecto de los hongos surgió a través de un contacto del municipio con la provincia, nosotros ya tenemos un galpón y tenemos alguna maquinaria, vamos a empezar a probar sustratos hasta cultivar el hongo, hacer la sala de incubación y producción».
«La Provincia además prometió acompañarnos para ofrecer los hongos a empresas grandes. Realmente es un sueño para estas mujeres poder independizarse e insertarse en el mercado laboral. Son todas chicas con historias de vida complicadas. Que tengan un trabajo les dará libertad», evaluó.
Desde la cartera de Agroindustria se detalló que a la poda de árboles le sigue la fase orgánica de residuos sólidos urbanos y residuos agrícolas.
«En vez de tirar la corteza, se trabajará en el chipeado (trituración) de la materia orgánica para formar el sustrato a partir donde se cultivarán los hongos», se explicó .
«Luego, ello se pasteuriza utilizando una caldera que usará ese chipeado de poda como combustible. Más tarde se inoculará el hongo, se incubará y, por último, se cultivará», se apuntó.
Para ese fin, se instalará un biodigestor que no solo tratará los residuos orgánicos evitando que vayan a un basural, sino que proveerá la energía necesaria para climatizar las salas de producción.
Una de las mujeres de Mamis, Ana Flores (37) contó a Télam que «este proyecto de producción de hongos nos abre un montón de puertas porque no tenemos un trabajo en blanco. Además, podremos ayudar a más chicas que estén solas» .
Consultado sobre la propuesta, el ministro Leonardo Sarquís destacó que la propuesta «genera empleo genuino a partir de la innovación y el desarrollo sustentable».