El presidente francés, Emmanuel Macron, volvió a defender hoy la intervención de su país en el ataque Siria del sábado último, remarcando que se produjo dentro de “un marco legítimo” y que no tuvo nada que ver con acciones anteriores en Irak o Libia.
“(Bashar) Al Assad está en guerra con su pueblo. Teníamos el deber de intervenir para defender nuestros valores. Además, las resoluciones de Naciones Unidas preveían el uso de la fuerza y el presidente ruso, Vlamidir Putin, dijo hace un año en París que estaba de acuerdo”, afirmó Macron en una intervención ante el pleno de la Eurocámara.
“En el contexto concreto de lucha contra el terrorismo, tres países hemos tenido que intervenir y hacer honor a la comunidad internacional. Lo hemos hecho dentro de un marco legítimo y multilateral y sin víctimas civiles”, añadió Macron sobre la intervención militar contra el presunto uso de armas químicas por parte del gobierno sirio en la ciudad de Duma, impulsada por Estados Unidos, y a la que de inmediato se sumaron Francia y el Reino Unido.
Ante las críticas de algunos eurodiputados de la Izquierda Unitaria, Verdes y fuerzas euroescépticas de haber intervenido en Siria como en el pasado otros países como Irak, Macron intentó diferenciar claramente esas acciones, informó la agencia de noticias EFE.
“Esta intervención de Francia y otros no tiene nada que ver con Irak o Libia. No tiene nada que ver porque no hemos declarado la guerra a Siria”, alegó el mandatario, agregando que Al Assad “es el que está haciendo la guerra contra su propio pueblo”.
Macron señaló que seguirá trabajando por la paz en Siria y que para ello el próximo paso es que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas establezca un marco de prohibición de armas químicas y se creen corredores humanitarios en el país.
“El objetivo de todos debe ser la reconstrucción de Siria. No se puede dejar a la población en manos de Al Assad y de sus aliados, que están haciendo el trabajo sucio”, concluyó Macron, quien buscó reforzar su postura tras las críticas que recibió en su país.
Lo mismo ocurrió ayer con la primera ministra británica, Theresa May, quien se defendió en el Parlamento ante la lluvia de críticas de la oposición y sostuvo que el ataque coordinado con Estados Unidos y Francia el fin de semana contra objetivos del Ejército sirio fue “legal y necesario” para evitar “más sufrimiento humano”.
La principal crítica que enfrentó May fue por haber tomado la decisión de atacar militarmente otro país sin la aprobación del Parlamento, como establece el derecho interno y sin la autorización del Consejo de Seguridad, como requiere el derecho internacional.
May se justificó al afirmar que había suficiente evidencia de que el gobierno sirio de Bashar al Assad estaba detrás del presunto ataque con armas químicas contra la asediada localidad de Duma, una de las pocas en manos rebeldes en los suburbios de Damasco, el sábado 7 de abril pasado.