El presidente Mauricio Macri recibirá el próximo martes a familiares de los 44 submarinistas que viajaban a bordo del «ARA San Juan» cuando desapareció el pasado 15 de noviembre.
El encuentro se llevará a cabo en la Casa Rosada y será la segunda vez que el mandatario dialogue y responda los cuestionamientos de los familiares de los marinos, ya que el 20 de noviembre pasado se había acercado hasta la Base Naval de Mar del Plata.
Los parientes de los 44 tripulantes fueron informados del encuentro esta mañana cuando les brindaron el parte diario del estado de la búsqueda de la nave que viajaba desde Ushuaia hasta el Apostadero Naval de Mar del Plata cuando sufrió un desperfecto y, según se presume, explotó en medio del Mar Argentino.
El líder del PRO estará acompañado por el ministro de Defensa, Oscar Aguad, según indicaron fuentes oficiales a NA.
Según supo esta agencia, la modalidad de la reunión se basará en la presencia de una persona de cada familia de los submarinistas, quienes reclamarán que no cese la búsqueda del «ARA San Juan» y pedirán explicaciones respecto a los informes que trascendieron acerca de recurrentes fallas en la nave.
Se estima que uno de los momentos más tensos será cuando le cuestionen al Presidente por la demora en este segundo encuentro, ya que durante diciembre y enero reclamaron en reiteradas oportunidades que los recibiera nuevamente.
Días atrás, la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, había subrayado que la búsqueda del submarino debe continuar: «La Nación se lo debe a los familiares y la Justicia también. Yo no paro de pensar qué otras medidas y trato de ser prolija, discreta y prudente. Todos tenemos que ser creíbles en las conclusiones».
El submarino «ARA San Juan» desapareció el pasado 15 de noviembre tras partir de Ushuaia con rumbo al Apostadero Naval de Mar del Plata.
En el trayecto, los tripulantes informaron de un desperfecto, posteriormente subsanado, y luego se perdió todo contacto con las autoridades en el continente.
Organismos internacionales informaron que en la zona por donde navegaba el submarino se registró «un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión».
Semanas atrás, el analista acústico Bruce Rule de la Oficina de Inteligencia Naval de los Estados Unidos concluyó que la nave sufrió «el colapso (implosión) del casco de presión» y estimó que sucedió «a una profundidad de 1.275 pies».
«La energía liberada por el colapso fue igual a la explosión de 12.500 libras (5.7 toneladas) de TNT a una profundidad de 1.275 pies. Esa energía fue producida por la conversión casi instantánea de energía potencial (presión del mar) a energía cinética, el movimiento del pistón de agua que ingresó al casco de presión de San Juan a una velocidad de aproximadamente 1800 millas por hora», agregó.
Ante esa información, el especialista afirmó que «aunque la tripulación pudo haber sabido que el colapso era inminente, nunca supieron que estaba ocurriendo. No se ahogaron ni experimentaron dolor. La muerte fue instantánea».
Sin embargo, la magistrada que tiene la causa en sus manos reconoció que el hecho de que no se hayan encontrado los restos del submarino «hace que todo sea más difícil».
«Hoy no puedo aventurar que fue un accidente, o que lo hundió un barco chino. En principio, yo determinaría las condiciones en las que salió el ARA San Juan y el tema de las comunicaciones, qué se pudo haber advertido», señaló Yáñez, quien se refirió a los distintos informes sobre la posible explosión en la nave: «Son todas cosas que trascendieron y que necesito tener probada en la causa».
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