El Gobierno nacional pretende aprobar la semana que viene en el Senado una «ley corta» de telecomunicaciones, algo que habilitaría a las telefónicas a ofrecer televisión satelital. Este permiso serviría como «ofrenda» por parte de Macri al presidente de España, Mariano Rajoy. Algunos medios hegemónicos del país, aliados al Gobierno, muestran enojo.
La empresa española Telefónica, como así también la mexicana América Móvil (Claro), presionan para la sanción de esta ley, ya que nunca instalaron fibra óptica en el país y sólo pueden ofrecer cuádruple play por aire. El Grupo Clarín también presiona ya que, si la fusión Cablevisión-Telecom se aprueba, podrían brindar este servicio porque sí poseen fibra óptica, pero temen quedar fuera del acuerdo si la fusión prospera.
El grupo empresario presidido por Héctor Magnetto se muestra inquieto porque temen que la fusión Cablevisión-Telecom no se de si el Gobierno no salda cuentas con sus competidores.
Andrés Ibarra expondrá los beneficios del proyecto pero obtendrá resistencia en senadores de provincias pequeñas, donde aún pesan fuerte las cooperativas de servicios públicos.
Estos funcionarios se oponen al artículo 2 del proyecto, que obliga a «los prestadores o concesionarios de servicios públicos nacionales, provinciales o municipales» a «facilitar» a los licenciatarios «el acceso a la infraestructura pasiva de la que sean titulares, integrada por torres, postes, ductos y cualquier otro elemento que se utilice o pueda utilizarse para desplegar, albergar o instalar cables, fibra óptica, antenas, equipos».
Esto quiere decir que Telefónica podrá desplegar su red de fibra óptica en las estructuras y ductos de de empresas de servicios públicos como electricidad, gas y rutas.
Si se aprueba este artículo las empresas avanzarán sobre infraestructura que, en su mayoría, fue construida por el Estado y es propiedad de las provincias. Además, podría terminar con las cooperativas que proveen internet a ciudades y pueblos pequeños.
De esta manera, Telefónica se ahorraría una inversión millonaria al no construir una red de fibra óptica propia. «En nuestra provincia Telefónica viene prometiendo desde siempre invertir y nunca cambió los pares de cobre», afirmó un dirigente pampeano. Los legisladores de La Pampa estaban especialmente enojados con la decisión del Poder Ejecutivo.