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Luz y Fuerza suscribió un convenio que contempla el derecho fundamental al agua


Foto: Fernando Der Meguerditchian

Alberto Botto firmó el documento creado por el Ministerio de Cultura santafesino y la Cátedra del Agua de la UNR, que busca fomentar las buenas prácticas culturales urbanas

El Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario firmó este viernes el Convenio Ambiental realizado por el Ministerio de Cultura de Santa Fe, la Cátedra del Agua de la UNR y la Facultad de Ciencia Política y RRII. El mismo gira en torno a la visibilización cultural del derecho fundamental al agua y al fomento de las buenas prácticas culturales urbanas con respecto al medio ambiente.

El convenio fue firmado el pasado 21 de febrero por el ministro de Cultura de la Provincia, Jorge Llonch; el decano de la Facultad de Ciencia Política y RRII, Gustavo Marini; el titular de la Cátedra del Agua, Aníbal Faccendini, entre otros. Ahora, es el Sindicato de Luz y Fuerza el que adhirió a este convenio que reivindica el derecho humano al agua, en sintonía con la promulgación por parte del gobernador Omar Perotti de la ley que establece y reglamenta el Derecho de Jarras en la Provincia de Santa Fe.

El acto de este viernes fue realizado en la sede del Sindicato de Luz y Fuerza (Paraguay 1135) y participaron Aníbal Faccendini, Gustavo Marini y el secretario general del gremio, Alberto Botto. Allí, Botto firmó el convenio, comprometiendo así al sindicato con las pautas que establece el mismo.

Foto: Fernando Der Meguerditchian

 

Durante el acto, el titular de la Cátedra del Agua, Aníbal Faccendini, destacó: «Estamos muy contentos por la adhesión de Alberto Botto y por la presencia del decano de la Facultad de Ciencia Política de la UNR, Gustavo Marini. Nuestra alegría se da porque es el primer sindicato que adhiere a un convenio que habla de cómo logramos entre todos que el agua y el ambientalismo lleguen a todos los ámbitos de la sociedad».

«Fundamentalmente esto significa que el agua sea respetada como derecho humano, que los dos litros de agua por día se garanticen en todos los lugares de trabajo y que tengamos una perspectiva ambiental ecológica integral. Que el ambientalismo llegue a todas las partes y que no quede sólo como una cuestión de flora y fauna, sino que logre comulgar con la justicia social y ambiental», explicó.

Por su parte, el decano Marini señaló: «Es un gusto para nosotros como facultad estar presentes en este acto, propiciando todas estas iniciativas que tienen que ver con la conciencia que le hace falta a todo nuestro pueblo y a la humanidad con respecto a los temas ambientales. Conversábamos sobre lo pionero que es el Sindicato de Luz y Fuerza en cuestiones de seguridad y higiene, y nuevamente tenemos un ejemplo del nivel de conciencia sindical que tiene incorporándose a este convenio».

Foto: Fernando Der Meguerditchian

 

Por otro lado, el secretario general Alberto Botto resaltó la importancia del convenio: «Esta es una alianza estratégica entre quienes pertenecen a la educación, a la cultura y al mundo del trabajo, para abordar estos temas y hacerlo con mucha responsabilidad. Esto sirve para garantizar el derecho del acceso al agua, que es una cruzada que lleva Aníbal. Sabemos que el agua es un derecho humano, es un recurso finito y hoy se nos presenta como un desafío. Nadie puede estar ausente».

«El sindicalismo como lo entendemos nosotros no es abordar sólo los temas que tienen que ver con la vida de nuestros trabajadores, sino también temas que son comunes a la sociedad y que necesitan respuestas. Nos sumamos a esta iniciativa para que entre todos hagamos una causa común. Hay que prestarle mucha atención al cuidado del planeta», agregó.

Foto: Fernando Der Meguerditchian

 

Además, Botto aseguró que «ha sido fundamental que se sume el Ministerio de Cultura a través de Jorge Llonch porque se necesita un cambio cultural. No está en la cultura de la gente el cuidado del medio ambiente».  Y concluyó: «Lo vemos a diario acá en Rosario con las quemas en las islas o en las desembocaduras de todos los arroyos, donde hay presencia de agroquímicos. Se está llegando a un límite en el que hay que decir basta y empezar a trabajar al respecto».