El 8 de enero de 2023, una semana después de la investidura de Lula, las sedes del Parlamento, la Presidencia y la Corte Suprema, en la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia, fueron invadidas y saqueadas por miles de seguidores radicalizados de Bolsonaro, que no aceptaban su derrota en las urnas.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, instó hoy a la sociedad civil a «no olvidar» los suceso del 8 de enero de 2023, cuando la sede institucional en Brasilia fue invadida y saqueada por seguidores del exmandatario Jair Bolsonaro para impulsar un golpe de Estado.
«Un grupo de irresponsables decidió intentar un golpe de Estado en este país. Y el 8 de enero significa que de ahora en adelante no permitiremos que la sociedad lo olvide para garantizar la democracia», dijo Lula esta mañana en un video que publicó en las redes sociales.
«Que gritemos alto y claro todos los días: ‘libertad, libertad, extiende tus alas’ y viva la democracia», añadió el líder progresista, citando un pasaje del himno de la Proclamación de la República, reprodujo la agencia de noticias Ansa.
Lula participará hoy de una ceremonia en el Congreso junto a los presidentes del Senado, Rodrigo Pacheco, y de la Corte Suprema, Luís Roberto Barroso, así como de todos los ministros del gobierno, para conmemorar el primer aniversario de esos disturbios, que pretendieron romper el orden institucional tras su victoria electoral.
En el acto no estarán presentes los gobernadores aliados del expresidente Jair Bolsonaro: Tarcísio de Freitas (San Pablo), Cláudio Casto (Río de Janeiro), Romeu Zema (Minas Gerais) e Ibaneis Rocha (Distrito Federal).
Las investigaciones del 8 de enero de 2023 no deben terminar hasta que se identifique a los financistas del intento de golpe, amplió Lula.
«No podemos detener la investigación hasta descubrir quién financió (esos actos), porque no fueron gratuitos. Hubo gente que los financió», afirmó además el mandatario en un documental titulado «8/1: La democracia resiste» producido por GloboNews y estrenado anoche durante el programa de TV Fantástico.
A un año de los hechos, 65 personas permanecen en prisión preventiva sin haber sido juzgadas por el Tribunal Supremo (STF), en tanto que otras ocho ya han sido condenadas.
Según el STF, 1.430 personas fueron detenidas por los hechos contra las instituciones del país en 2023.
En tanto, el ministro de Defensa brasileño, José Múcio Monteiro, sostuvo que las Fuerzas Armadas «no querían el golpe» del 8 de enero de 2023, cuando partidarios radicales del expresidente Bolsonaro invadieron y robaron sede institucional en Brasilia.
A pesar de algunos soldados «indisciplinados», el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea no quisieron unirse a un movimiento golpista, dijo el ministro a CNN Brasil.
«En ningún momento se mencionó la hipótesis. Hubo un gran sentimiento de cohesión. Todos los comandantes estaban allí esa noche (8 de enero)», agregó Múcio.
El 8 de enero de 2023, una semana después de la investidura de Lula, las sedes del Parlamento, la Presidencia y la Corte Suprema, en la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia, fueron invadidas y saqueadas por miles de seguidores radicalizados de Bolsonaro, que no aceptaban su derrota en las urnas.
El incidente fue una réplica de la invasión al Capitolio realizada por seguidores de Donald Trump en Estados Unidos, dos años antes.
La justicia lo consideró el «más brutal ataque a la democracia» brasileña desde el golpe militar de 1964.
Bolsonaro, a quien la justicia investiga como supuesto «mentor intelectual» de ese movimiento, tampoco reconoció su derrota en las urnas y un día antes de la investidura de Lula viajó a Estados Unidos con el único objetivo de no entregarle el poder al líder progresista, quien asumió el primero de enero con un fuerte apoyo popular.