El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se metió en la contienda electoral Argentina y le recomendó a Alberto Fernández que, si llega a ser presidente, que «gobierne para el pueblo pobre y no le mienta nunca».
Desde la cárcel de Curitiba, donde lleva 526 días preso, le agradeció públicamente la vista al candidato presidencial del Frente de Todos y le aconsejó que cuando asuma el próximo 10 de diciembre gobierne para los que menos tienen.
En una entrevista al diario Página 12, Lula le pidió a Fernandez que si llega al poder no acepte «el terrorismo que el mercado crea» porque «al mercado no le interesa el pueblo argentino, el mercado tiene interés en ganar dinero» y que tenga «un compromiso con Dios y con el pueblo: no mentirle nunca al pueblo y gobernar prioritariamente para el pueblo trabajador y para el pueblo pobre argentino».
Por otro lado, el líder del PT se mostró optimista respecto a su futuro. «El día que deje de creer en la justicia, me pregunto qué es lo que voy a hacer. No porque un juez haya sido un canalla, tenés que juzgar a toda la justicia por causa de ese error», destacó y agregó que espera «con mucha tranquilidad, que la Suprema Corte tome una decisión. Tengo dos Habeas Corpus que se tienen que votar».
Aseguró que sus convicciones están intactas y que se siente con fuerza para seguir peleando por un futuro mejor: «Voy a cumplir 73 años, pero tengo la energía de un pibe de 20” y añadió que tiene previsto vivir «hasta los 120 años». Para eso consideró que necesita tener «mucha fuerza» porque sino «la vida se transforma en algo aburrido».
Además, Lula criticó a los medios masivos de comunicación de su país por no informar sobre los decubrimientos publicados en el blog Intercept sobre los manejos y mentiras en torno a la causa del Lava jato. «Para la gran prensa brasileña, no existe Intercept».
Sobre su futuro como político, destacó que «tiene conciencia» de que su rol hoy es contribuir al desarrollo de otras personas, más jóvenes, con más energía: «Hay varios gobernantes interesantes, hay gente nueva en la política. Yo espero que Brasil no me necesite».