El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó este miércoles que su detención es un «trofeo» político de la Operación Lava Jato, a la que acusó de haberlo condenado y detenido para inhabilitarlo de las elecciones presidenciales de octubre, a las cuales era favorito.
Lo hizo al declarar en el segundo juicio por corrupción que se le sigue, que fue la primera salida al exterior desde que fue detenido el 7 de abril pasado como parte de su condena de doce años y un mes de prisión.
En este juicio, ante la jueza subrogante Gabriela Hardt, reemplazante de Sérgio Moro, que asumirá como ministro de Justicia de Jair Bolsonaro, Lula responde a la acusación de corrupción por reformas financiadas por las empresas Odebrecht y OAS en una casa quinta de un amigo en Atibaia, estado de Sao Paulo.
«Primero me condenaron en forma rápida para sacarme del proceso electoral», dijo Lula, quien aseguró ser víctima de una persecución política basada en corrupción en la empresa Petrobras, donde, dijo, «es imposible que un presidente pueda decidir licitaciones o contratos».
«Ni con Odebrecht ni con el Vaticano. El presidente de la República no puede meterse por la mecánica de Petrobras en contratos», dijo el ex presidente.
La acusación vincula a contratos de Petrobras con las reformas hechas en la casa quinta usada por Lula una vez terminada su presidencia, el 31 de diciembre de 2010, propiedad de una familia amiga de Lula. La jueza subrogante tuvo momentos de discusión acalorada con Lula. La magistrada le dijo que podría «tener consecuencias» si levantaban el tono contra ella.
En ningún momento Da Silva se refirió a las elecciones ganadas por Jair Bolsonaro y sostuvo que el PT debió haber denunciado por mentirosos a los fiscales que hace tres años iniciaron las acusaciones. «Usted quiere hacer tumulto judicial», le espetó la jueza. La magistrada tiene que emitir una sentencia luego de escuchar a todos los acusados.
El contenido de la declaración está en un video de tres horas que comenzó a ser distribuido por la justicia de Curitiba.
«No sé de qué me acusan, soy víctima de una farsa», dijo Lula ante la jueza Hardt.
Esta es una segunda acusación contra Lula luego de haber sido condenado por Moro y la cámara de apelaciones de Porto Alegre a 12 años y un mes de prisión por haber recibido en propiedad oculta un apartamento por parte de la empresa OAS, en el marco de la operación Lava Jato.
Lula destacó que su gobierno y el de Dilma Rousseff fueron los que colocaron en el país reglas que empoderaron al Ministerio Público y al Poder Judicial contra la corrupción.
«Lo que me incomoda es la conexión política que se hace con la lucha contra la corrupción. No sé si voy a vivir lo suficiente para conocer la verdad. La Lava Jato se desvió en mi caso, pido tener salud para que se conozca la verdad sobre mi persecución», relató.
Lula admitió su relación con el patriarca de Odebrecht, Emilio Odebrecht, y el titular detenido de OAS, Leo Pinheiro, pero negó tener vinculación con las reformas en la casa de campo.
«La chacra no es mía, tiene que hablar el dueño de la chacra. Nadie demostró que la chacra fuera mía», dijo sobre el propiedad que es de sus amigos Jacó Bittar y el empresario Jonas Suassuna.
El magistrado acusó al juez Moro de ser amigo del cambista Albrerto Yousseff, principal delator de la Lava Jato, por lo cual fue advertido por la jueza.
«Nunca fue tan fácil ser rico en este país para un empresario o un corrupto. Roban, delatan y devuelven un tercio del dinero. Es más, el dinero de evasión fiscal lo están pasando como soborno, así siempre salen ganando», afirmó Lula.
Lula dijo que convivía con la familia Bittar luego de terminada la Presidencia en la casa de campo. En la discusión con los fiscales, el ex presidente sostuvo que «para algunos hay democracias y para otros no».
La libertad de Lula depende ahora de un habeas corpus que debe resolver el Supremo Tribunal Federal, aun sin fecha. «Mi objetivo -dijo en su alegato- es desmentir las mentiras, que salían del poder judicial hasta la televisión, con 20 minutos hablando sobre mentiras en mi contra. Hasta ahora no se hizo justicia».