La investigación, que ya suma más de 150 nuevos hechos de estafa, eleva a casi 300 los casos vinculados al fraude, cuyo monto total superaría los 30 millones de dólares
Luis Herrera, un financista rosarino, y sus dos hijos se entregaron el lunes a la noche en la sede de la Policía de Investigaciones, tras la posibilidad de un allanamiento en su vivienda en zona norte. Poco después, fueron trasladados al Complejo Penitenciario de 27 de Febrero, donde aguardarán una nueva audiencia imputativa por delitos como asociación ilícita, estafa, administración fraudulenta y lavado de dinero. Estos cargos están relacionados con un fraude de aproximadamente 30 millones de dólares que afectó a unas 85 víctimas.
La causa judicial está a cargo de la Unidad Económica de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, dirigida por el fiscal Miguel Moreno. Herrera y sus hijos ya habían sido detenidos en octubre de 2022, cuando se les imputó por los mismos delitos. En ese momento, se investigaba una presunta estafa contra varios inversores, cuyos ahorros se perdieron en 2021. La detención fue realizada en la casa de Herrera en José C. Paz, y en total se llevaron a cabo allanamientos en ocho propiedades, incluyendo una en Timbúes.
A pesar de la gravedad de los cargos, Herrera y su familia habían quedado en libertad tras pagar una fianza de 3 millones de pesos. Sin embargo, nuevos elementos en la investigación habrían llevado al fiscal a considerar nuevos allanamientos y pedidos de captura, lo que motivó la entrega voluntaria de Herrera y sus hijos a la policía. El financista, que fue presidente y tesorero del Rofex, es señalado como el líder de la organización detrás de la estafa.