El gobierno de Bolsonaro se había negado tres veces a adquirir la dosis del laboratorio estadounidense, pero finalmente llegaron a un acuerdo
En pleno colapso sanitario en gran parte del país, el gobierno de Brasil anunció este lunes un acuerdo para conseguir 14 millones de dosis contra el coronavirus de la vacuna del laboratorio estadounidense Pzifer, aún antes de finalizar la compra total esperada de 100 millones de dosis y pese a que el año pasado se negó en tres ocasiones a sellar esta compra por las condiciones contractuales de la empresa.
El anuncio fue realizado por el ministro de Economía, Paulo Guedes, y el asesor especial del Ministerio de Salud, Airton Soligo, en medio del colapso del sistema hospitalario de Brasil, que se encuentra en el peor momento de la pandemia con la mayor parte el país en cuarentena y un toque de queda nocturno por la velocidad y letalidad de los contagios.
«El presidente Jair Bolsonaro participó de las negociaciones, que resultaron en una anticipación de dosis», afirmó Guedes en conferencia de prensa en el Palacio del Planalto, la sede presidencial.
Bolsonaro se había negado a comprar vacunas de Pfizer en el pasado porque, según explicó, el contrato no responsabilizaba por efectos colaterales al laboratorio.
De esta forma Brasil, epicentro de la pandemia por ser el país donde más avanzan los casos y los decesos -el promedio de la última semana fue de 1498 muertos por día-, logró sumar cinco millones de dosis de Pfizer a las más de 9 millones prometidas por otras farmacéuticas para este semestre.
En paralelo, Brasil negocia 100 millones de dosis hasta final de año con Pfizer y otras 30 millones con Janssen, la empresa de la gigante Johnson & Johnson, que recientemente logró aprobar en Estados Unidos la primera vacuna contra la Covid-19 de una sola dosis.
Por ahora, la de Pfizer es la única vacuna que tiene registro definitivo en Brasil, aunque no ha llegado aún al país.
Por el contrario, Brasil ya aplicó unas 10 millones de dosis desde el 17 de febrero de la CoronaVac, del laboratorio chino Sinovac, y de la sueco-británica AstraZeneca-Oxford.
El 90% de la vacunas hasta el momento son de Sinovac, desarrollada localmente por el paulista Instituto Butantan, mientras que AstraZeneca está siendo envasada localmente por el laboratorio federal Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).
«El presidente Bolsonaro pidió mejores plazos. Estamos negociando con Pfizer de que había un problema de escala, por Brasil ser un país de más de 200 millones de habitantes», explicó Guedes por el cambio de posición del Gobierno.
«Lo que escuchamos es que prácticamente el acuerdo está cerrado», anunció.
La semana pasada, el presidente Bolsonaro deslizó por primera vez que podría vacunarse aunque sostuvo que «naturalmente» está inmunizado por haber sufrido Covid-19 en agosto del año pasado, un dato que solo puede confirmarse con un conteo de anticuerpos.
El fin de semana, además, anunció que el canciller Ernesto Araújo viajó a Israel para presentarle al Gobierno del premier Benjamin Netanyahu los avances del desarrollo de una vacuna brasileña supuestamente a cargo del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Hasta ahora, el Ministerio de Salud firmó un contrato para adquirir 100 millones de dosis de CoronaVac y otras 100 de AstraZeneca, aunque los plazos se fueron corriendo desde diciembre en medio de la disputa mundial por insumos y vacunas.