El Secretario General de Sadop Rosario se mostró de acuerdo en realizar las ceremonias de fin de ciclo en marzo, pidió “no banalizar el tema” y propuso pensar la política pública de forma integral. “No les demos un papel vacío”, argumentó
El secretario de Educación santafesino, Víctor Debloc, ratificó que «el ciclo lectivo 2020 termina en marzo del 2021», en estos meses se realizará una articulación académica entre ambos ciclos. Por este motivo y «para ser coherentes con la decisión del Ministerio de Educación, que está aprobado por el Consejo Federal de Educación y la cartera nacional, los actos de colación, se realizan en marzo del 2021», señaló.
Esta medida dispuesta por las autoridades generó la protesta de algunos padres, quienes impulsados por sectores políticos, reclaman la posibilidad de que los alumnos y alumnas tengan sus actos de colación. Sin embargo, desde Sadop Rosario, muchas veces críticos con la administración provincial, indicaron que la decisión “tiene muchas cosas positivas” y pidieron “darles a los jóvenes una experiencia real en marzo” para que puedan “recuperar las oportunidades de sociabilización perdidas”.
“Lo que digo es lo siguiente, nosotros podemos darles a los chicos una experiencia verdadera, un cierre del ciclo escolar y quizás hasta con la fiesta: eso tiene muchas cosas positivas porque se cumple el ciclo. Lo otro es un papel enrollado en blanco sin valor, eso no le va a servir para ir a la secundaria o a la universidad, hasta marzo”, indicó a CLG Martín Lucero, representante de los docentes privados rosarinos.
“No tiene lógica ni sentido realizar ahora los actos de colación. Nosotros estamos inmersos en una cultura de cierres de fin de año. Y lo que se perdió este año: viajes de estudio, entre otras cosas, no fue culpa de ellos ni de la maestra, ni del estado, fue culpa de una pandemia que alcanzó a todo el mundo. Se entiende la necesidad de los padres recuperar algo de eso, y por eso creemos que lo mejor es hacerlo en marzo”, agregó.
Y profundizó: “Lo que muchos creen es que hay que hacer algo para que los chicos no pierdan todo. Y coincido: no le regalemos una foto con papel vacío. Recuperemos la experiencia de fin de ciclo de la mejor manera posible, y hasta quizás con fiesta”.
Al mismo tiempo, el dirigente gremial indicó que, de esta manera, se podrán reactivar sectores golpeados de la economía. “No se trata de tener una visión comercial del asunto, sino de pensar políticas públicas de forma integral. Hablemos con los salones de fiesta y gastronómicos para que en marzo, a lo mejor, puedan darles lugar a los chicos para celebrar”, expresó.
La posición de Lucero generó la crítica del concejal del PRO Agapito Blanco, quien afirmó en su cuenta de Twitter: “Vivimos rehenes de burócratas y cobardes”. Ante esto, el secretario general de Sadop eligió elevar el tono de la discusión y no entrar en polémicas: “Agapito no entiende de política pública y banaliza la cuestión. A lo mejor por ignorancia. Hay que salir chicanas y profundizar el debate”, respondió.
Agapito: vos me estas tratando de cobarde y burócrata?
No te da un poco de vergüenza semejante descalificación gratuita?
Es indigna de un funcionario público.
Pero además… jamás el planteo fue agresivo. Fue 100% en positivo.
Den otras ideas. No agredan. Esta mal. https://t.co/PSTLfkBWTf
— Tincho Lucero (@tincholucero) November 22, 2020
“Es heroico lo que hicieron los maestros”
Las restricciones por la pandemia del coronavirus no impidió que los docentes de la región se las ingenien para ayudar a que sus alumnos y alumnas no se queden atrás en su educación, muchas veces con condiciones de trabajos adversas: conexión a internet y superposición con la convivencia familiar, entre muchos otros aspectos.
“Fue un proceso complicado porque siempre es mejor trabajar desde la presencialidad, con tus herramientas de trabajo. Tuvimos que reinventar el sistema educativo desde casa, y eso demandó mucho más trabajo. Quien piensa que en la República Argentina no hubo clases peca de ignorante o tiene mala fe. Es heroico lo que hicieron los maestros”, indicó Lucero a este medio.
Y aclaró: “Hay que remarcar que las decisiones que se tomaron de la presencialidad tienen la naturaleza de cuidar salud pública, nunca fue decisión de los maestros, sino que fueron lógicos criterios de la autoridad sanitaria”.
Una experiencia personal
Para graficar empíricamente uno de los argumentos esgrimidos a favor de la postergación de los actos de colación, Lucero apeló a una experiencia personal. “Terminé la secundaria en el 95, en una escuela privada de Rosario. Y en el 96 empecé la Facultad de Derecho. En algún momento del transcurso del año, te piden que lleves los certificados definitivos, no provisorios. Yo los tenía retenidos en la secundaria porque debía cuotas”, explicó. Y concluyó: “Ese momento me generó mucha angustia e incertidumbre, pero José Romero me los gestionó sin haber pagado. Si yo no tenía ese papel no que acredita que podés pasar al ciclo lectivo, no podía continuar. Por eso me pone mal que lo banalicen al tema”.