En los últimos años, muchos países han apostado por regular de forma más estricta la generación de residuos, desde su producción hasta la gestión final de la basura
El impacto del consumo masivo de productos diarios dependerá en gran medida de cómo nos deshagamos de los residuos y de si contaminan el planeta o no.
Aun así, teniendo en cuenta el daño potencial que pueden generar y el volumen con el que se consumen, estos son los artículos de uso diario que más contaminan.
Detalle:
- Toallitas húmedas y otros productos de higiene, como compresas o bastoncillos.
- Elementos plásticos de usar y tirar, que se degradan en microplásticos que penetran en la cadena trófica, como envases, cápsulas de café o bolsas.
- Colillas. Su contaminación es doble, tanto por la lenta degradación del plástico que las componen como por el impacto de los químicos que contienen.
- Palillos y otros elementos desechables sin plástico. Por ser de madera o biodegradables, no son necesariamente mejores para el medioambiente. Solo en China se producen 56.000 millones de palillos al año, equivalentes a talar 3,8 millones de árboles.
- Cosméticos con microesferas y tóxicos. Algunos productos cosméticos, como los exfoliantes o las pastas de dientes con microesferas plásticas o las cremas solares con químicos tóxicos como la oxibenzona, tienen un alto impacto ambiental.
- Productos peligrosos y tóxicos. Aunque en los países ricos es menos habitual que acaben en el entorno, elementos como baterías de coche usadas o tejados de amianto tienen un gran potencial tóxico.
La solución pasa por la educación y la regulación
En los últimos años, muchos países han apostado por regular de forma más estricta la generación de residuos, desde su producción hasta la gestión final de la basura.
En América Latina, la ley colombiana para la reducción gradual de la producción y consumo de ciertos productos plásticos de un solo uso aprobada el año pasado es pionera.
Dentro de Europa, las directivas para hacer frente a los plásticos de un solo uso marcan el camino, una estrategia que en España ha cristalizado en la ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
En algunos casos, como el de las toallitas, lo más importante es la educación ambiental. La regulación llega hasta donde llega. Hemos avanzado bastante a nivel de sensibilización, pero sigue sin ser un problema muy obvio a ojos de la sociedad.
Hoy, quien llena un depósito con gasolina, sabe que está contribuyendo al cambio climático. Pero no todo el que tira una toallita por el inodoro sabe que está contaminando el Planeta.