Alberto Botto, secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, dialogó con CLG y realizó un análisis de cómo afecta la pandemia a los distintos sectores del país
Por Ariana Operti
La pandemia por el coronavirus provocó una profundización en la crisis económica argentina, afectando gravemente a distintos sectores de la sociedad. Alberto Botto, secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario y el Movimiento Sindical Rosarino, dialogó con CLG y realizó un profundo análisis de cómo afecta al mundo del trabajo y a los jubilados y pensionados esta pandemia. También opinó sobre las soluciones que brinda el Estado, cuál debería ser la forma en que se debería transitar esta realidad y apeló a mayor solidaridad para una salida ordenada y favorable de la crisis.
El también titular de la Fundación Con La Gente remarcó que «los trabajadores y los que menos tienen pagan esta situación» de crisis que se acarrea desde hace años, que «se profundizó durante el gobierno anterior» y que «la pandemia volvió aún más compleja». Ante esto, reclamó «generosidad y que se deje de lado el egoísmo» pensando en cómo sacar a Argentina de la crisis. También abogó por actualizaciones salariales «urgentes».
«No son momentos de egoísmo, son momentos de aunar esfuerzos y ayudar. Por eso me parece que más que nunca tienen que estar en alto las banderas de la solidaridad, pero hasta ahora ello se ve solamente en las clases trabajadoras y en los que menos tienen. Lamentablemente sigue habiendo mucho egoísmo», remarcó.
—¿Cómo ve la situación de los trabajadores en general?
—Muy difícil. Porque esta pandemia trajo aparejados múltiples problemas económicos. Obviamente estoy de acuerdo con cuidar el tema de la salud, pero esa generosidad que se pedía a los que más tienen no apareció. Hoy son los trabajadores y los que menos tienen lo que pagan esta situación, se necesitan actitudes menos egoístas en la sociedad. Realmente si como decimos, queremos un proyecto de país que nos incluya y que realmente saque a Argentina de esta crisis profunda a la que fue llevada fundamentalmente por el gobierno anterior con los años de endeudamiento monumental, y a la que se sumó la pandemia, se necesita eso: generosidad de los que más tienen.
—¿Dónde se ve esta falta de generosidad, en las negociaciones paritarias?
—Sí, hoy lo estamos viendo a partir de que las recomposiciones salariales no aparecen. Todos los gremios estamos preocupados porque necesitamos una urgente actualización salarial. No solamente para los trabajadores activos sino también para los jubilados, las pensionadas. Realmente se hace imperioso porque la inflación no ha parado y fundamentalmente en los insumos básicos, o sea que ha pegado más en las clases más bajas, de los trabajadores, que en las medias altas. Entonces eso agrava aún más la situación. Y si a eso le sumamos que a fin de año se calcula que la pobreza va a seguir aumentando, que según algunos analistas el 60% de los chicos van a ser pobres, realmente estamos en una situación límite.
—El emprendedor, el comerciante, las Pymes industriales: ¿cómo atraviesan esta crisis?
—En líneas generales, mal. Salvo contados rubros y muy específicos, la gran mayoría no la está pasando bien. El tema de la paritaria escasa o falta de paritarias sabemos que significa una merma en el mercado de consumo interno. Y si no existe ese método de reparto de riquezas un poco más equitativo donde la gente empiece a recuperar su poder adquisitivo, no se va a salir con tanta facilidad y rapidez de esta situación. Sabemos que si la gente tiene plata en el bolsillo, consume, y en función de eso puede acceder a sus necesidades básicas. Compra de alimentos, pago de servicios, todo lo que significa la calidad de vida mínima que se necesita para vivir medianamente con calidad. Ni siquiera estoy hablando de sobrevivir a la pandemia.
—Los haberes mínimos de jubilados y pensionados aumentarán 7,5%. ¿Esto alcanza para la realidad que viven?
—Se está haciendo un esfuerzo muy grande por parte del gobierno nacional, pero de cualquier manera es insuficiente. Tanto pensionadas como jubilados merecen una recomposición mayor. Muchas veces el aumento se da en función de los indicadores que toman las generalidades. Los insumos básicos, puntualmente alimentos y medicamentos, han aumentado por encima de la media. Cuando se toman los aumentos en función de índices, si uno lo hace detallado y pormenorizado en función de lo que consumen más el sector pasivo que son alimentos y medicamentos, eso se ha visto agravado. Hay que reconocer que el gobierno nacional ha ampliado la cobertura de medicamentos a jubilados, hay programas sociales que han regresado. Obviamente que entre la crisis heredada y la pandemia, complican mucho la situación, pero uno tiene fe de que de a poco se irá saliendo.
—¿Cómo será la recuperación post pandemia?
—Primero hay que atravesarla a la crisis e ir pensando en esa solución post pandemia. Que pasa por recuperar el poder adquisitivo tanto de activos como pasivos, que es la mejor forma de empezar a mover toda la maquinaria de producción, de industrias, de comercios. Si se motoriza ese mercado de consumo interno, sin dudas vamos a poder transitar hacia un modelo de producción, que vuelva a generar empleo, que la gente vuelva a recuperar las horas que hoy a lo mejor no las puede llegar a realizar porque hay mucha gente suspendida, muchos que vieron reducida su jornada laboral. Todo eso tiene que ser recuperado para beneficio de un modelo sustentable, a eso se apunta.
—¿Cuál es la mirada de los sectores del trabajo tras la salida de la pandemia?
—Estamos preocupados por la situación crítica, aunque sí tenemos la esperanza como siempre de que esto se solucione. Y si no hay solución, tendremos que discutir con las autoridades a partir de la lucha sobre condiciones que creo que tienen que ser justas para todas las trabajadoras y trabajadores. Los que menos tienen y los trabajadores no tenemos porqué pagar o sobrellevar todo el peso de esta crisis, para ser justos. Algo sabemos que siempre nos va a tocar, pero hay gente que realmente puede y tiene generosamente que hacer el esfuerzo, sobre todo si hacen tanta mención a la República y a la Patria.
—La crisis se agravó y aumentaron las demandas de ayuda social. ¿Alcanza la ayuda de instituciones privadas? ¿El Estado debe estar más presente?
—Todas las instituciones privadas están haciendo un esfuerzo denodado por paliar una crisis que está aumentando día a día. Pero nosotros no somos el Estado. Cuando uno recorre los barrios y habla con la gente, nota que la cantidad de personas y la demanda se ha duplicado o triplicado en muchos casos. Si bien hay que reconocer que el Estado ha aumentado muchísimo su ayuda, no alcanza porque entre la herencia recibida y la pandemia, han aumentado exponencialmente la demanda de alimentos. Todo el esfuerzo que se está haciendo en este momento no alcanza en función de la demanda que hay.
Todos los Estados (Nacional, Provincial, Municipal) han aumentado su ayuda, pero no alcanza. Por eso ahí hasta donde el Estado no llega, es donde nos presentamos nosotros como institución. Aquí hay que ser justos, tampoco se le puede pedir todo al Estado. Creo que entre todos si damos un poco, podemos ayudar mucho. Eso es lo que nosotros humildemente tratamos de hacer, como muchos sindicatos, muchas organizaciones sociales. Pero ante una crisis tan profunda, se hace muy difícil, para el Estado mismo. Ese enorme endeudamiento que dejó el gobierno anterior hace que eso baje a provincias, a municipios, y la crisis sea muy profunda. Hay algunas medidas y acuerdos que lleva el gobierno con los tenedores de bonos, que se alguna manera está aliviando el pago de la deuda por lo menos en los vencimientos más cercanos, y eso va a ayudar a paliar la situación. Pero reitero, aquí hay mucha gente en Argentina que tiene métodos y formas y recursos para ayudar y dar una mano un poco más generosa. Hacia ellos se apela también. Cada uno hace lo suyo. Estos no son momentos de egoísmo, justamente son momentos de aunar esfuerzos y ayudar. Por eso me parece que más que nunca tiene que estar en alto las banderas de la solidaridad. Si hay algo positivo que tenemos que sacar de la pandemia es eso, pero hasta ahora se ve solamente en las clases trabajadores y los que menos tienen. Lamentablemente sigue habiendo mucho egoísmo.
—Este lunes hubo una marcha opositora en contra de la cuarentena para hoy: ¿cuál es tu opinión?
—Esta marcha que se convocó para hoy la rechazamos y repudiamos. Puso en riesgo a las argentinas y los argentinos. Ya hay mucho dolor en la gente, esta pandemia ha generado pérdidas irreparables, muchas vidas a pesar de que las medidas del gobierno nacional, provincial y municipal, han logrado minimizarlas. Pero aquí hay que apelar a la responsabilidad individual de cada una de las personas, se les pidió que se queden en casa y que no vayan a estas marchas que no sirven para nada, solo para profundizar la situación de pandemia. Lamentablemente, estoy casi convencido de que aquellos que convocaron irresponsablemente pero no se hacen cargo, no van a sufrir las consecuencias. Seguramente quienes van a sufrir las consecuencias son aquellos que se expusieron a un riesgo, y no deberían. Lo mejor que podemos hacer es quedarnos en casa, acatar lo que dicen las autoridades porque estamos en un momento muy complicado, en un pico de la pandemia y esto además del dolor y todo lo que conlleva, va a demorar mucho más la salida de lo que queremos para la Patria.