Aleksandar Vucic busca su reelección con la promesa de garantizar la estabilidad. Además se definen 250 diputados
Los serbios acudieron este domingo a las urnas en comicios en los que el presidente Aleksandar Vucic busca su reelección con la promesa de garantizar la estabilidad, bajo la sombra de la guerra en Ucrania.
La votación, perturbada por algunos incidentes según denunciaron ONGs y la oposición, fue convocada para elegir además de presidente a 250 diputados y consejos municipales.
La participación electoral habría llegado a 60%, o sea 10 puntos superior a la de las legislativas de 2020, informó la Comisión Electoral tras cerrar las urnas.
«Personalmente, veo un avance estable y he votado de acuerdo con esta opinión», declaró Milovan Krstic, de 52 años, empleado en una administración, informó la agencia de noticias AFP.
Tras casi una década en el poder, el partido de centroderecha SNS del jefe de Estado debe confirmar su control del Parlamento, según los últimos sondeos en este país tradicionalmente cercano a Rusia, donde muchos habitantes respaldan la guerra, incluidos algunos partidos de la oposición.
La invasión rusa a Ucrania alteró la campaña electoral que, según los analistas, iba a centrarse en el medioambiente, la corrupción y los derechos, y Vucic sacó provecho de la situación al presentarse como el único capaz de timonear el país en medio de la tormenta.
A media campaña, el mandatario inventó un nuevo eslogan: «Paz. Estabilidad. Vucic».
«Esperamos una victoria enorme», dijo al introducir su boleta en la urna. «Lo más importante, es preservar la paz, la estabilidad y garantizar grandes avance económicos», agregó.
En un país antes considerado como un paria, sigue muy vivo el recuerdo de las guerras que llevaron a la desintegración sangrienta de Yugoslavia y las sanciones económicas que golpearon a la clase media.
La gente prefiere un líder que promete estabilidad antes que arriesgarse a un cambio, aseguró a la agencia de noticias AFP el profesor de ciencias políticas serbio Zoran Stojiljkovic, en Belgrado.
«Las grandes crisis, al menos a corto plazo, favorecen siempre a quienes ya están en el poder. Generan incertidumbre, miedo y la esperanza de que el sistema garantizará al menos la seguridad básica», agregó Stojiljkovic.
Hace apenas unos meses, la oposición parecía haber logrado un gran avance en ese país de menos de 7 millones de habitantes.
En enero, Vucic anuló un controvertido proyecto para una mina de litio que provocó protestas de decenas de miles de personas.
Fue un paso atrás que sorprendió en un hombre poco dado a rectificar tras una década en el poder como primer ministro adjunto, primer ministro o presidente.
Los últimos sondeos predicen que ganará, pero la oposición espera que una alta participación desencadene una segunda vuelta.
Según los sondeos de opinión, el principal rival de Vucic es el general retirado Zdravko Ponos, un candidato sorpresa de la oposición proeuropea.
«Espero que esta votación será sinónimo de un cambio serio en Serbia», dijo Ponos tras votar. «Creo en un futuro radiante, y las elecciones son un buen medio para cambiar la situación», agregó.
Los analistas no esperan grandes cambios respecto al Parlamento saliente, controlado casi por completo por la coalición favorable a Vucic, quien estrechó su influencia en todos los niveles del poder y controla de facto las instituciones y casi todos los medios.
En la precampaña, el presidente distribuyó numerosas ayudas y sus críticos le acusaron de comprar votos.