Un informe dio a conocer hoy una triste realidad: los salarios de los docentes argentinos están entre los más bajos del mundo. Según determina el mismo, aumentaron la mitad que la inflación entre 2017 y 2018.
Los incrementos del salario docente en todas las provincias (promedio ponderado de 20,2%) se ubicaron muy por debajo del índice inflacionario publicado para el período septiembre 2017- septiembre 2018 (40,5%), alertó el último reporte del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano.
«Los docentes no consiguieron sostener su poder adquisitivo. Esta situación afecta aún más a los maestros de provincias, en las cuales el salario no alcanza siquiera la media nacional, por debajo de los 20 mil pesos mensuales. Tal es el caso de Formosa, Mendoza, Corrientes, Misiones, Chaco, Santiago del Estero y La Rioja», advirtió el director del CEA, Alieto Guadagni.
El reporte también reflejó una amplia disparidad en el salario de los docentes de las 24 provincias: en Tierra del Fuego, Santa Cruz y Córdoba, superaba los 27 mil pesos mensuales en septiembre de 2018; en Corrientes, Formosa y Santiago del Estero no alcanzaba los 16 mil pesos.
En tanto, el salario anual de los docentes con diez años de antigüedad que imparten enseñanza en escuelas primarias de la Argentina se encuentra entre los más bajos de los 37 países considerados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
«Los salarios de docentes de la Argentina se ubicaban en diciembre de 2017 en el puesto 34º entre 37 países analizados por la OCDE, con una cifra anual de 19.741,33 dólares de igual poder de compra (PPA). Es decir que no alcanzaban ni la mitad de la media de los países cuyos datos publica la esa organización. De los 33 países mejor posicionados que la Argentina, los primeros cinco triplicaban los valores salariales anuales de nuestros docentes, en tanto que los siguientes quince los duplicaban», ilustró Guadagni.
En una reciente entrevista a CLG, Gustavo Terés, titular de Amsafé Rosario había hecho hincapié en esta situación. “Nosotros tenemos los tarifazos, aumentos en transporte, luz, gas y agua, más los incrementos en la canasta básica familiar. Todo eso no sigue la evolución salarial. Entonces siempre nuestro poder de compra estuvo por detrás de los aumentos. Siempre fuimos detrás con las recomposiciones salariales. Por lo cual, siempre estuvimos en desventaja y son cosas que claramente hay que corregir”.