Sin categoría

Los riesgos de los tampones de algodón orgánicos y las copas


Los tampones de algodón orgánico a menudo se anuncian como alternativas más seguras, pero según un estudio divulgado el viernes no son mejores que los tampones comunes para prevenir el síndrome de shock tóxico. 

Las copas menstruales también pueden aumentar el riesgo de shock tóxico, y deben hervirse entre usos, dijo el informe publicado en Applied and Environmental Microbiology, una revista de la Sociedad Estadounidense de Microbiología. 

Hace tiempo que se aconseja a las mujeres que se cambien los tampones con frecuencia para evitar el riesgo del síndrome de shock tóxico, una afección rara pero potencialmente mortal que surge de una infección bacteriana. 

Los síntomas pueden incluir fiebre, vómitos, erupción cutánea, dolores musculares y falla de órganos. 

En los últimos años han llegado al mercado varios productos de higiene femenina, entre ellos tampones hechos con algodón orgánico y las copas menstruales que se vacían y se vuelven a colocar. 

Los investigadores probaron 11 tipos de tampones y cuatro copas menstruales en el laboratorio para estudiar su efecto en el crecimiento de un patógeno llamado Staphylococcus aureus, y también en la producción de la toxina tóxica de choque 1 (TSST-1). 

Insertaron los tampones y las copas menstruales en bolsas de plástico, inyectaron líquido y una muestra de bacterias aisladas de una paciente que sufrió un shock tóxico en 2014 y luego sellaron las bolsas y las dejaron durante ocho horas. 

Y descubrieron que no importaría qué tipo de material contenía el tampón, sino que es la cantidad de aire entre las fibras lo que parece aumentar el riesgo de crecimiento bacteriano. 

«Nuestros resultados no respaldan la hipótesis que sugiere que los tampones compuestos exclusivamente de algodón orgánico podrían ser intrínsecamente más seguros que los hechos de algodón mixto y rayón», dijo Gerard Lina, profesor de microbiología en la Universidad Claude Bernard, en Lyon, Francia. 

«Observamos que el espacio entre las fibras que contribuye a la entrada de aire en la vagina también representa el principal sitio del crecimiento del S. aureus y de producción de la TSST-1», añadió. 

Las copas menstruales habrían permitido incluso que crecieran más bacterias que los tampones, también al parecer debido al aire adicional implicado. 

Al menos un caso ha sido documentado en la literatura científica de una mujer que sufrió un shock tóxico después de usar una copa menstrual. 

«Con el paso de los años, se sugirió que quizás si los tampones estuvieran hechos de materiales naturales, se evitaría un choque tóxico. La nueva investigación recientemente publicada ilustra claramente que esto no es cierto», dijo Adi Davidov, director de ginecología y cirugía robótica en el Hospital Universitario de Staten Island en Nueva York, que no participó en el estudio. 

La modelo que perdió la pierna derecha tras un shock tóxico por usar un tampón

Lauren Wasser pensó que tenía gripe cuando decidió irse del cumpleaños de una amiga antes de tiempo porque se encontraba mal.

Era octubre de 2012, tenía 24 años y disfrutaba de una exitosa carrera como modelo en Los Ángeles.

Nunca asoció la fiebre alta que desarrolló de repente con el hecho de que tenía la regla y llevaba puesto un tampón, así que no pidió la ayuda médica urgente que en realidad necesitaba.

Cuando la policía la encontró inconsciente en su apartamento a la mañana siguiente «tenía más de 42 grados de fiebre y estaba cubierta en mis propias heces y vómito«, describió hace unas semanas en un artículo para la revista InStyle.

Hoy en su cuenta de Twitter, bajo el nombre de «la musa imposible» (TheImpossibleMuse) se describe como «sobreviviente del Síndrome de Shock Tóxico, activista, amputada y modelo«.

Con 29 años y después de superar una gran depresión que la mantuvo en silencio durante mucho tiempo, siente que puede hablar de lo que le pasó para concientizar a otras mujeres sobre los riesgos potenciales de usar tampones.

Pero está lejos de poder pasar página ante el síndrome que le cambió la vida súbitamente: sabe que en los próximos meses será inevitable que le amputen la otra pierna.

 

«Decidí luchar para salvar la pierna izquierda»

Cuando llegó al hospital, inconsciente, los médicos la pusieron en un coma inducido.

«Todos mis órganos estaban fallando, mi presión sanguínea era inestable, sufrí un ataque al corazón, la fiebre estaba descontrolada y estaba conectada a una máquina de soporte de vida», escribió la modelo en su pieza para InStyle.

«Cuando me desperté del coma después de una semana y media, no tenía ni idea de dónde estaba ni recordaba qué había pasado».

Los médicos hicieron lo posible por salvar sus órganos vitales, pero las extremidades no siempre reciben el flujo sanguíneo que necesitan.

Wesser desarrolló una gangrena en la pierna derecha que avanzaba rápidamente y también sufrió daños en el pie izquierdo que afectaron a los cinco dedos y al talón.

«Los cirujanos me recomendaron amputar las dos piernas, pero yo decidí luchar para salvar la izquierda».

Cinco años después, Wasser convive con un dolor diario que describe como «horroroso» y que le dificulta poder caminar.

Su pie izquierdo carece de dedos y talón y además tiene una úlcera abierta que hace que no lo pueda mojar.

«En unos meses, inevitablemente me van a tener que amputar la otra pierna. No hay nada que pueda hace al respecto», escribió.