Gerardo Di Cosco, presidente de la Asociación Industriales Panaderos y Afines de Rosario, afirmó que el pan "tendría que estar un 20%" más caro
Por Gonzalo Santamaría
Uno de los rubros más golpeados en la crisis argentina fue el de los panaderos. La lucha para sostener el precio de los productos panificados cada vez es más complicada. Y a pesar del congelamiento de las tarifas de luz y gas, desde enero hasta marzo los productores han recibido aumentos que hacen más difícil el trabajo. “En los últimos meses el pan tendría que haber estado un 20% por encima de lo que está ahora, pero la realidad es que no se vende y si incrementamos el precio, menos”, contó Gerardo Di Cosco, presidente de presidente de la Asociación Industriales Panaderos y Afines de Rosario (Aipar) a CLG.
Los incrementos a los que hace mención Di Cosco son de casi un 20% en harina, un 70 en azúcar y sus derivados (como azúcar negra o dulce de leche) y en febrero la última estoqueada la dieron aumentos de entre el 20 y el 25% en margarinas y grasas, y más de un 30 en levaduras.
El dirigente panadero, ante los últimos aumentos, apuntó contra dos empresas, las cuales «manejan un 75% del mercado de la margarina, grasa y levadura». “A partir de ellos, los demás se acomodan, salen con un precio mejor siempre y si seguimos así tenemos que aumentar todos los productos dulces, por ejemplo”, explicó.
Con la llegada del 2020 y el nuevo gobierno nacional, los panaderos se esperanzan con la mejora del rubro, sin embargo Di Cosco fue claro: “Hasta ahora no lo palpamos. Las cosas siguen muy complicadas”, manifestó.
Los panaderos, voluntariamente desde la Asociación Industriales Panaderos y Afines de Rosario, “sumaron” la tarjeta Alimentar a sus ofertas: otorgan un descuento especial a los beneficiaros del plan nacional en 40 locales de la ciudad, por fuera de la lista que elaboró Nación. Incluida esta medida, la realidad no cambia: “No se pueden remontar las ventas, a la gente no le alcanza el dinero, se agrava el problema y nadie toma cartas en el asunto”.
Aipar expone un problema que hace la competencia desleal en el rubro: la venta ilegal
“Las ventas no se recuperan porque ha crecido la cantidad de panificación ilegal. No hay control y no sólo evaden la cadena de costos, sino que juegan con la salud de las personas y parece que hasta que no ocurra algo grave no van a tomar cartas en el asunto”, marcó Di Cosco para luego señalar que el trabajo de control debe estar a cargo de la Municipalidad: “Salen a revisar a todos los que tienen registrados. Eso está bien, pero después no salen a buscar panaderías ilegales. Se han hecho denuncias contra locales no habilitados y han quedado en la nebulosa”.
Por último, destacó el diálogo constante con Comisión Nacional de Comercio Exterior y el congelamiento de tarifas para el sector, pero rescató: “No sólo hay que congelarlas, sino que también revisarlas”.