En medio del estricto confinamiento, los portugueses están votando hoy para elegir presidente. En unos comicios en los que el mandatario saliente, el conservador moderado, Marcelo Rebelo Sousa, es el favorito
En medio del estricto confinamiento sanitario para frenar el avance del coronavirus, que ayer registró un nuevo récord de casos y fallecidos, los portugueses están votando hoy para elegir presidente, una figura protocolar que no dirige el Gobierno, en unos comicios en los que el mandatario saliente, el conservador moderado, Marcelo Rebelo Sousa, es el favorito.
Los colegios electorales abrieron a las 8 de la mañana (5 de Argentina) y el resultado se conocerá después del cierre en el archipiélago de los Azores, a las 20 hora local (17 de Argentina).
Los sondeos indican que el actual jefe del Estado logrará la reelección en primera vuelta, por lo que la incógnita reside en si el candidato de extrema derecha, André Ventura, logrará dar la sorpresa y llegar en segundo, por delante de la exeurodiputada socialista Ana Gomes.
Según las últimas encuestas, Rebelo de Sousa tiene una intención de voto del 58%, contra un 15% de la socialista Ana Gomes y un poco más del 10% del ultraderechista Ventura.
Los cuatro presidentes que tuvo Portugal desde la vuelta de la democracia, en 1974, fueron elegidos en primera vuelta para un segundo mandato de cinco años.
Por su parte, Ventura dijo que quiere «aplastar a la izquierda», como califica al Partido Socialista del primer ministro Antonio Costa y a otras fuerzas que representan tres de los siete candidatos, y demostrar que el avance de la extrema derecha en el país es una realidad.
Con un resultado del 1,3% y 70.000 votos en las legislativas de 2019, este jurista de 38 años se convirtió en el único diputado del partido antisistema Chega («Basta»), que él mismo fundó tras militar en la misma formación de centro derecha portuguesa del presidente y candidato a la reelección.
Otra de las incógnitas de esta jornada será el nivel de participación.
El país, con un padrón de 10,8 millones de votantes, está sumido desde hace diez días en un segundo confinamiento general para frenar la explosión de casos del coronavirus que ayer registró un nuevo récord de casos y muertes diarios.
Debido al acelerado aumento de casos, el Gobierno cerró colegios, comercios y restaurantes durante quince días.
Con más de 80.000 nuevos casos durante la semana que se termina, Portugal ocupa el primer lugar mundial en número de contagiados con relación a la población, superado solo por el enclave británico de Gibraltar, informó la agencia de noticias AFP.
Desde el inicio de la pandemia, el país contabiliza unos 624.469 casos y 10.194 muertes.
En Portugal, el jefe del Estado no tiene ningún poder ejecutivo pero juega un papel de árbitro cuando hay crisis políticas y puede disolver el Parlamento para convocar elecciones legislativas anticipadas.
Con una alta popularidad desde su elección hace cinco años, el actual jefe del Estado convivió sin problemas mayores con los socialistas del primer ministro Costa quien, para evitar una derrota asegurada, no impulsó ninguna candidatura e, incluso, rechazó apoyar a Ana Gomes, una diplomática de carrera de 66 años y baluarte contra el avance de la extrema derecha.