Entre los contaminantes hallados, destacaban tres insecticidas del grupo de los piretroides, ampliamente empleados en agricultura y jardinería
En enero de 2024, California, Estados Unidos, fue escenario de un episodio alarmante: cientos de mariposas monarca aparecieron muertas o desorientadas, con signos de envenenamiento. El análisis de especímenes realizado por investigadores reveló la presencia de hasta 15 pesticidas o sus derivados en los diez ejemplares estudiados, con un promedio de siete sustancias por insecto.
Entre los contaminantes hallados, destacaban tres insecticidas del grupo de los piretroides, ampliamente empleados en agricultura y jardinería. En algunos casos, las concentraciones detectadas eran potencialmente letales. La investigación también apunta al efecto cóctel, donde la combinación de varios pesticidas, incluso en dosis bajas, puede generar daños más graves que cada sustancia por separado.
Este fenómeno no es aislado. Desde la década de 1980, las poblaciones de monarca disminuyó entre un 80% y un 95% en Norteamérica. El uso de pesticidas, sumado a la pérdida de hábitat y al impacto del cambio climático, está empujando a esta especie migratoria hacia una situación crítica.
Los investigadores señalan que la contaminación por pesticidas se da incluso en áreas urbanas, lo que amplía la amenaza más allá de las zonas agrícolas. La cercanía de estos productos a las áreas de invernada podría estar afectando directamente a la supervivencia de la especie.

Estado de conservación de la mariposa monarca
La mariposa monarca (Danaus plexippus) es famosa por su migración masiva anual desde Canadá y Estados Unidos hasta México, un recorrido de miles de kilómetros que la convierte en un símbolo de resiliencia natural. Sin embargo, su estado de conservación genera preocupación a nivel mundial.
En la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la subpoblación migratoria oriental está catalogada como “En Peligro”, mientras que la occidental se encuentra “En Peligro Crítico”. La principal amenaza es la pérdida de los bosques de oyamel en México, donde hiberna, debido a la deforestación y al cambio de uso de suelo.
A esta situación se suma la reducción de algodoncillo en Norteamérica, planta indispensable para su reproducción, que fue diezmada por herbicidas de amplio espectro. Los pesticidas, en particular los insecticidas neurotóxicos, afectan tanto a larvas como a adultos, comprometiendo su capacidad de migrar y sobrevivir.
El cambio climático agrava el problema, alterando los patrones de temperatura y precipitación, lo que desajusta el calendario migratorio y las zonas de reproducción. Según organizaciones de conservación, la combinación de estos factores está poniendo en riesgo uno de los fenómenos naturales más impresionantes del planeta.

Un llamado a la acción para alejar a la mariposa monarca del peligro de extinción
Especialistas en biodiversidad y conservación instan a implementar medidas urgentes: restringir el uso de pesticidas en zonas cercanas a hábitats clave, restaurar las plantas hospederas y proteger los bosques de invernada. La colaboración internacional es fundamental, ya que la mariposa monarca depende de tres países para completar su ciclo de vida.
Sin acciones coordinadas y efectivas, el icónico vuelo anaranjado que surca los cielos de América podría convertirse en un recuerdo más de lo que la humanidad perdió por no actuar a tiempo.
