Un abuelo fundador y un padre bufetero, un casamiento, bautismos, tardes jugando a la pelota, días familieros, travesuras y millones de anécdotas. Estos, podrían ser los capítulos de incontables cuentos, pero en este caso son tan solo algunos elementos que componen la historia del Club Los Once Unidos.
A través del programa de Regularización y Transparencia que brinda la Dirección de Clubes de la Subsecretaría de Recreación y Deportes de la Municipalidad de Rosario, la institución del barrio San Francisquito está volviendo a ser. Como no podía ser de otra manera, lo hace bajo el clamor de sus vecinos, que vivieron en sus paredes un sinfín de momentos.
Noemí Miranda fue electa como nueva presidenta del club ubicado en Rueda 3379 mediante asamblea la última semana. “Fue el principio de un gran logro, hay una etapa que recién comienza”, resumió la referente.
Ella sueña con devolverle al “mejor recuerdo de su infancia” todo lo que este le dio. «Me acuerdo de las fiestas que hacían para toda la familia, donde pasábamos lindas noches rodeada de gente sana, sin maldades”, rememoró “Mimy” como la conocen en el barrio. La autoridad sumó: “Había mucha educación y respeto tanto con los adultos como con los niños”.
La institución fue fundada el 1º de enero de 1939 y uno de los partícipes de aquel momento fue Antonio Alfredo Miranda, el abuelo de Noemí. La historia de la familia no culmina allí, ya que ella vivió allí su cumpleaños de 15 y recordó: “Mi papá también fue parte de esta recuperación y sé que hoy no puede estar con nosotros, pero desde el cielo festejará este triunfo del que también participó”.
A estos capítulos de este gran libro de vida se le suman otras anécdotas. Raúl Gago, actual vicepresidente, se casó ahí y comenta: “Fue una infancia muy linda la que tuvimos todos y ahora vengo a sumar”.
El resto de los integrantes de la comisión también recuerdan inolvidables momentos: Exequiel (que tuvo allí su bautismo) y José (síndico como lo fue su papá y su tío) no veían la hora de que abra para ir a jugar a la pelota, estaban todo el día ahí; Débora se acuerda que el punto de encuentro del barrio era el club; Melina piensa en las veces que fue a cenar y al bufete lo atendía “Chupete” hijo de uno de los fundadores y a Fabiana, Marcela y “Emi” les encantó la fiesta de los ochenta.
La etapa actual de Los Once Unidos muestra un porvenir con mucha vida social. “Las puertas están abiertas, queremos que la gente se acerque, todo lo que nosotros hacemos es para ellos”, comentó Noemí, que añadió: “Va a volver a ser un lugar familiar, como era en nuestra infancia”.
Fútbol, handball y patín artístico son algunas de las actividades que piensan sumar a la institución. La intención es que todos tengan su lugar. “Todo se logra paso a paso y con la confianza que vamos a ir dando para que vuelva a ser lo que un día fue”, añadió la referente.
“El día de la entrega de los libros rubricados va a ser ideal, la obtención de la Personería Jurídica va a ser un paso importantísimo”, concluyó Noemí, que sabe que lo mejor está por venir.