El último informe del Observatorio de Seguridad Pública indica que entre enero y abril, alrededor del 7 por ciento de las víctimas no fueron las principales destinatarias de los tiros mortales
Rosario sobrepasó en lo que va del año los cien homicidios tras un fin de semana en el que hubo un triple crimen y un asesinato, según la estadística que tiene el Observatorio de Seguridad Pública de Santa Fe. El número oficial de víctimas es 103 y, de acuerdo a quienes integran el análisis criminal de la provincia, en ocho de cada diez casos hubo “un componente de planificación”.
Dentro de las víctimas hay bebés de un año y nenes que quedaron en medio de las ráfagas de tiros, como en los casos de los tres triples crímenes de este 2022 (el de Ibarlucea, en enero; el de Colombia al 1300 bis, hace dos semanas; y el de Tablada del pasado viernes).
Este lunes a la tarde se conoció el crimen de un hombre de 41 años. Fue atacado con disparos en el pecho en una casa ubicada en Varela al 3400 y sumó un nuevo caso. Y por la noche, fuentes policiales informaron que uniformados acudieron, cerca de las 18.40, a una casa de Biedma al 2800 con una inscripción de «Kiosco» en su frente, donde en la parte trasera encontraron el cuerpo sin vida de un chico de 19 años, de nombre Ismael, con disparos.
Los principales territorios donde se focalizan los asesinatos en Rosario son la zona sur; oeste y noroeste. Según los homicidios de este año, los barrios más “conflictivos” son Tablada, Las Flores, y el complejo de Fonavi de Grandoli y Gutiérrez (zona sur); Flammarión (sudoeste); Villa Banana, Triángulo y Godoy (oeste); Ludueña, Larrea, Nuevo Alberdi y Empalme Graneros (noroeste).
Donde mayor nivel de violencia se puede apreciar por la concentración de hechos en un mismo radio es en los barrios Ludueña y Empalme Graneros, donde este año se da una disputa entre los cabecillas de presuntas organizaciones identificadas con Los Monos o Esteban Alvarado.
En la zona noroeste en los primeros cinco meses hubo fuertes disputas a tiros entre las estructuras comandadas por Francisco Ezequiel “Fran” Riquelme, un preso que investigadores judiciales ligan con Alvarado; y la de Cristian Leonel “Larva” Fernández –asesinado el pasado mes–, que está vinculado a Los Monos, de acuerdo a varias causas por balaceras.
Fiscales que investigan la criminalidad organizada de Rosario a su vez consideran que la pelea narco del distrito noroeste es la réplica de la que se da en paralelo en la zona sur entre las mismas presuntas bandas, aunque con otros cabecillas.
En el distrito sur, los fiscales detectaron a personas relacionadas con René Ungaro y el clan Funes “jugando” para Alvarado, mientras que presuntos miembros de las organizaciones de Leandro “Pollo” Vinardi y Matías César lo hacen para Los Monos.
Vinardi se encuentra preso y condenado por un crimen, mientras que suma imputaciones como supuesto “jefe de una célula” que trabaja para Ariel Máximo “Guille” Cantero. En tanto, Matías César fue condenado en septiembre pasado a 20 años de cárcel por las balaceras contra jueces y edificios judiciales.
El último informe del Observatorio de Seguridad Pública indica que entre enero y abril, alrededor del 7 por ciento de las víctimas no fueron las principales destinatarias de los tiros mortales.
Además, sostiene que más de la mitad de las muertes se dieron en el marco de “organizaciones criminales y/o economías ilegales”. Y añade que en Rosario “se observa un componente de planificación (aunque sea mínima) en el evento homicida” en ocho de cada diez asesinatos.
En ese contexto, el organismo provincial que analiza la criminalidad de la provincia señala que en Rosario la mitad de los homicidios fueron cometidos –según las causas en curso– por encargo.