Policiales

Los novios de la boda previa al triple crimen llegaron a la iglesia San Antonio en un auto de 184 mil dólares


Esta iglesia se ubica a unas 15 cuadras de la casa de Rueda 274 bis, donde Brisa Leguizamón cumplía su prisión domiciliaria por ser madre de dos niños pequeños

Brisa Leguizamón y Esteban «Pinki» Rocha, los novios de la boda que derivó en el triple crimen de Ibarlucea, llegaron a la parroquia donde se casaron a bordo de un Porsche Cayanne valuado en 184 mil dólares, según muestra un video de la ceremonia que se viralizó en las redes sociales.

En esas imágenes se observa el arribo de la pareja a la Parroquia San Antonio, situada en el límite de los barrios Tablada y Hospitales, en avenida San Martín, entre Ayolas y Dean Funes, en Rosario.

Esta iglesia se ubica a unas 15 cuadras de la casa de Rueda 274 bis, donde Brisa Leguizamón cumplía su prisión domiciliaria por ser madre de dos niños pequeños, en la causa en la que la pareja está procesada por «acopio y distribución de estupefacientes» para la banda que lideraba Olga «la Tata» Medina, en el barrio La Cerámica, en la zona norte de Rosario.

En el video se la ve a Brisa, que incumplió la prisión domiciliaria sin pedir permiso para casarse y ahora tiene pedido de captura de la Justicia Federal de Rosario junto a su flamante esposo, cuando era peinada en su vivienda, mientras algunos niños y niñas jugaban alrededor.

Los novios y los invitados más cercanos participaron de una fiesta previa en un salón del Hotel Puerto Norte, en el barrio Refinería, de la costanera norte, donde todos llegaron en coches de alta gama.

Brisa y «Pinky» partieron luego hacia la Iglesia San Antonio, donde en el video se ven algunas imágenes del casamiento.

Las imágenes muestran algunas tomas del exterior del Salón Campos de Ibarlucea, cuando todavía era de día, adonde la pareja asesinada junto a su beba llegó en un Audi TT blanco.

Fuentes de la investigación informaron que una de las hipótesis apunta a que desde el salón de fiesta algún invitado avisó por teléfono a los sicarios el momento en el que las víctimas dejaban el casamiento y en qué auto se iban hacia su último viaje.