Pese a no poder desbancar a los separatistas, el resultado de los comicios fue interpretado como muy positivo para Pedro Sánchez, porque el partido independentista moderado que se prevé encabezará el Gobierno catalán es su aliado en el Parlamento central español
El candidato del partido independentista más votado en las elecciones de Cataluña llamó hoy a las demás fuerzas separatistas a formar rápidamente un Gobierno favorable a la ruptura con España, un día después de que los secesionistas reforzaran su mayoría en el Parlamento de la rica región norteña.
El avance independentista neutralizó la victoria mínima de los socialistas del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, cuyo candidato a presidente de Cataluña, Salvador Illa, el exministro de Salud que gestionó el coronavirus, fue el más votado pero sin apenas posibilidades de presidir esta región de 7,8 millones de habitantes.
Pese a no poder desbancar a los separatistas, el resultado de los comicios fue interpretado como muy positivo para Sánchez, porque el partido independentista moderado que se prevé encabezará el Gobierno catalán es su aliado en el Parlamento central español, lo que anticipa una relación menos compleja.
Además, el triunfo de Illa en Cataluña, el primero de los socialistas en la región en 22 años, valida la política de Gobierno, mientras que sus rivales y críticos de derecha y centroderecha, el Partido Popular y Ciudadanos, sufrieron un descalabro y se vieron superados por el partido de extrema derecha Vox, ahora cuarta fuerza en la región.
La jornada fue eclipsada por el coronavirus, que dejó una abstención histórica y la imagen del personal desplegado en los centros de votación protegido de pies a cabeza para permitir el sufragio presencial de electores enfermos de Covid-19 o en cuarentena.
A pesar de las divisiones internas surgidas tras el fracaso de la tentativa de secesión de octubre 2017, los separatistas en el poder ampliaron su mayoría parlamentaria e incluso superaron por primera vez en unos comicios regionales el 50% de los votos.
Esto diluyó la pírrica victoria de los socialistas de Sánchez, que se encomendó a la popularidad de su exministro de Salud y timonel de la lucha contra el virus en España para conquistar la región.
Con un 23% de votos, Illa quedó en cabeza pero con solo 33 de los 135 escaños del Parlamento regional, con lo que le será prácticamente imposible llegar al poder, ya que los independentistas se comprometieron a no pactar el Gobierno con él.
Pisándole los talones quedaron las dos formaciones del Gobierno regional, Izquierda Republicana (ERC) con los mismos escaños pero un 21,3% de votos, y Juntos por Cataluña (JxC) con 32.
Con los nueve asientos de la izquierda radical CUP, los independentistas pasarían de 70 a 74 escaños y podrían formar Gobierno si salvan las fuertes discrepancias surgidas desde el fracaso de 2017.
ERC superó a sus socios de coalición JxC, lo que sitúa a su candidato Pere Aragonés, un separatista moderado, como favorito para presidir la región.
Un día después de los comicios, Aragonés emplazó hoy a JxC, a la CUP y a un partido de izquierda a formar un Gobierno que defienda la independencia de España y abogue por la libertad de los dirigentes encarcelados por el intento de secesión de 2017.
«En los próximos días, hoy o esta semana, tenemos que poder avanzar bastante en las conversaciones» entre ERC, JxC, la CUP y la coalición de partidos de izquierda En Comú Podem, dijo Aragonés, quien reveló que ya habló con los líderes de esos partidos.
«El 12 de marzo es la fecha límite para la conformación del nuevo Parlament, pero espero que el acuerdo sea mucho antes», agregó Aragonés, citado por el diario español El País.
Los comicios llevaron por primera vez al Parlamento catalán a la ultraderecha de Vox, que con un encendido discurso contra el separatismo catalán se erigió como cuarta fuerza con 11 escaños.
Las elecciones, las quintas en esta región desde 2010, llegan más de tres años después de la celebración de un referéndum ilegal de autodeterminación marcado por la violencia policial y la fallida proclamación de una república.
Carles Puigdemont, de JxC y presidente regional de entonces, está exiliado en Bélgica y otros nueve dirigentes, entre ellos el líder de ERC, Oriol Junqueras, exvicerpesidente de Puigdemont, cumplen penas de entre 9 y 13 años de prisión por sedición.
Desde entonces, el independentismo se dividió entre la estrategia rupturista de Puigdemont y la moderación de ERC, que incluso se ha convertido en sostén del Gobierno minoritario de Sánchez en el Congreso español.
Con todo, aunque Sánchez no consiguió desbancar a los independentistas del poder regional, «para el Gobierno español todo son buenas noticias», dijo el analista Josep Ramoneda a la agencia de noticias AFP.
En Barcelona, tendrá un interlocutor más fluido. Y, en Madrid, los resultados en Cataluña «legitiman la política de gobierno» y «sitúan a sus rivales en la derecha en una situación de crisis» tras verse claramente superados por Vox, afirmó.
Esto dará margen a Sánchez para abordar el tema catalán con gestos controvertidos como la concesión de indultos a dirigentes separatistas condenados por el intento de secesión de 2017.
Sin embargo, pese a la voluntad de diálogo de ambas partes, las posiciones siguen distantes y con un difícil encaje. Aragonés ya ha reclamado un referéndum de autodeterminación que los socialistas rechazan.