Los 30 detenidos por los incidentes en las adyacencias del estadio «Monumental» que provocaron la postergación de la revancha de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca esperaban para prestar declaración judicial en las próximas horas.
Según informaron fuentes policiales y judiciales, las personas permanecían detenidas están acusadas de los delitos de «atentado y resistencia a la autoridad», y «daños agravados a la propiedad pública».
La causa quedó a cargo de la fiscal Adriana Bellavigna, de la Fiscalía en lo Penal Contravencional y de Faltas N° 6, que también investiga la agresión contra el micro en el que viajaba el plantel de Boca.
Los incidentes comenzaron alrededor de las 15:00 de este sábado en el cruce de las avenidas Del Libertador y Lidoro Quinteros, a unas cinco cuadras del estadio, donde decenas de hinchas de River se encontraban en el momento en el que el micro de Boca pasó por allí escoltado por policías.
En ese momento varias ventanillas del ómnibus se rompieron, incluyendo la del conductor, tras el ataque con piedras y otros elementos, e inmediatamente después de ese ataque, de acuerdo con el dirigente de Boca César Martucci, efectivos policiales arrojaron gas pimienta en un intento de dispersar a los agresores.
Una segunda oleada de incidentes ocurrieron luego de la postergación definitiva del partido y tuvo nuevos detenidos y otros tantos demorados, a la espera de la resolución judicial.
En ese sentido, según explicaron, fue por «incitación a la violencia», una contravención que se castiga con multas o días, meses o un año de cárcel.