"Si no se frenan las emisiones de dióxido de carbono, las pérdidas de especies, por el calentamiento y el agotamiento del oxígeno, podrían llegar a reflejar un considerable impacto en la biodiversidad marina en torno al año 2100", indicaron
Un estudio publicado recientemente en la revista Science por investigadores de la Universidad de Princeton en Estados Unidos reveló que mientras las emisiones de gases de efecto invernadero sigan calentando los océanos del mundo la biodiversidad marina podría estar en camino a «caer en picada» en los próximos siglos a niveles no vistos desde la extinción de los dinosaurios, se informó.
A través de un modelo de la futura biodiversidad marina elaborado según diferentes escenarios climáticos previstos, los investigadores descubrieron que «si no se frenan las emisiones de dióxido de carbono, las pérdidas de especies, por el calentamiento y el agotamiento del oxígeno, podrían llegar a reflejar un considerable impacto en la biodiversidad marina en torno al año 2100», informó la agencia Europapress.
El estudio precisó que «las aguas tropicales experimentarán la mayor pérdida de biodiversidad, pero que serán las especies polares las que correrán el mayor riesgo de extinción».
«Las reducciones rápidas y agresivas de las emisiones de gases de efecto invernadero son fundamentales para evitar una gran extinción de las especies oceánicas», destacó Curtis Deutsch, profesor de Geociencias y del Instituto Medioambiental High Meadows de Princeton.
«El aspecto positivo es que el futuro no está escrito en piedra», señaló Justin Penn, investigador posdoctoral asociado del Departamento de Geociencias.
Y agregó que «la magnitud de la extinción que hemos encontrado depende en gran medida de la cantidad de dióxido de carbono que emitamos en el futuro. Todavía hay tiempo suficiente para cambiar la trayectoria de las emisiones de CO2 y evitar la magnitud del calentamiento que causaría esta extinción masiva».
Asimismo, las investigaciones de Deustch y Penn ayudaron a resolver el rompecabezas actual del patrón geográfico de la biodiversidad marina. Según el estudio, esta biodiversidad aumenta constantemente desde los polos hacia los trópicos, pero desciende en el ecuador.
Este descenso ecuatorial fue, durante mucho tiempo, un misterio ya que los investigadores no estaban seguros de las causas y algunos incluso se preguntaban si era real. En este sentido, el modelo de Deutsch y Penn ofrece una explicación plausible para la extinción de la biodiversidad marina ecuatorial, señaló esta agencia.
Para ambos investigadores, «el suministro de oxígeno es demasiado bajo en estas aguas cálidas para que algunas especies lo toleren».
«La gran preocupación es que el cambio climático hará que grandes franjas del océano sean igualmente inhabitables», señaló Penn.
Para cuantificar la importancia relativa del clima en el impulso de las extinciones, Penn y Deutsch compararon los futuros riesgos de extinción por el calentamiento del clima con los datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) sobre las amenazas actuales a diversos animales marinos y descubrieron que: «el cambio climático afecta actualmente al 45% de las especies marinas en peligro de extinción, pero que sólo es el quinto factor de estrés más importante después de la sobrepesca, el transporte, el desarrollo urbano y la contaminación», explicaron.
Sin embargo, según Penn, el cambio climático podría eclipsar pronto a todos estos factores de estrés en importancia: «el calentamiento extremo va a llevar a extinciones provocadas por el clima que, hacia fines de siglo, van a rivalizar con todos los factores actuales combinados».