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Los franceses continúan protestando contra la reforma de las pensiones


Este jueves se produjo una nueva marcha en París en rechazo al proyecto impulsado por Macro, que aumenta la edad de retiro y elimina los actuales regímenes del sistema

Este jueves se produjo una nueva marcha en París en rechazo al proyecto impulsado por Macro, que aumenta la edad de retiro y elimina los actuales regímenes del sistema

Trabajadores de Francia realizaron este jueves una nueva jornada de protestas en la ciudad de París en rechazo a la reforma de las pensiones impulsada por el gobierno de Emmanuel Macron, que aumenta la edad de retiro y elimina los actuales regímenes del sistema.

Según expresó La Confederación General del Trabajo (CGT), «no habrá tregua en los paros» hasta que no se retire el proyecto de ley.

Los principales sindicatos franceses continúan con las movilizaciones y cerca de ocho mil manifestantes se concentraron en las inmediaciones de la Asamblea Nacional.

Además, entre los trabajadores dijo presente Jérôme Rodríguez, uno de los líderes de los chalecos amarillos, mientras que se produjeron interrupciones en el transporte, los servicios públicos y de salud.

Las protestas comenzaron en Francia tras el anuncio del primer ministro, Édouard Philippe, realizado en diciembre pasado.

«Estoy decidido a llevar la reforma hasta el final respetando a la gente y respondiendo a sus inquietudes. Si no hacemos ahora una reforma profunda, seria, progresiva, alguien la hará mañana de manera brutal», advirtió Philippe en aquella ocasión.

En cuanto a las negociaciones oficiales, empezarán a mediados de febrero en la Asamblea Nacional francesa.

El «sistema universal» de jubilaciones prevé reemplazar a los actuales 42 regímenes de jubilación existentes (general, de funcionarios, sector privado, especiales, autónomos, complementarios).

El Ejecutivo francés promete un dispositivo «más justo», pero quienes se oponen a él -la casi totalidad de los sindicatos y la oposición de izquierda temen una mayor «precariedad» para los jubilados.

La medida más controversial es la extensión de la edad mínima de jubilación anunciada por el gobierno galo, según la cual los trabajadores tendrán que retirarse a los 64 años para cobrar la jubilación plena.