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Los diputados rusos aprobaron la ley que permite desconectar al país de la Internet global


La Cámara de Diputados de Rusia (Duma) aprobó este martes con amplia mayoría el proyecto de ley que busca garantizar el funcionamiento del segmento ruso de Internet -la «Rutnet»- en el hipotético caso de que un ataque o una situación de crisis desconectara al país de la red global.

La iniciativa, aprobada en tercera lectura, logró 307 votos a favor y 68 en contra, y ahora pasará al Senado para luego ser promulgado por el presidente, Vladimir Putin, informaron medios locales.

El proyecto, que apunta a reforzar la soberanía tecnológica de Rusia, prevé que los servicios online sigan funcionando incluso en una hipótesis de conflicto bélico, en la que potencias extranjeras intentaran cortar la conectividad del país.

En concreto, Moscú busca «garantizar el funcionamiento confiable del segmento ruso de la Red Global» en «casos de fallas en la infraestructura de Internet fuera de Rusia», según se desprende del texto aprobado en una lectura previa en febrero, al que accedió Télam.

Para eso, propone enrutar el tráfico web ruso a través de servidores instalados dentro de las fronteras nacionales y controlados por las autoridades estatales, además de construir un sistema nacional de nombres de dominio (DNS).

El presidente del Comité de Tecnología de la Información y Comunicación de la Duma, Leonid Levin, sostuvo hoy que, «desde el punto de vista de un usuario común, la entrada en vigor de esta ley no afectará el uso de Internet».

Para garantizar la seguridad de la «Rutnet» el gobierno creará un centro de análisis y gestión de redes de comunicación, que dependerá del organismo que regula los medios de comunicación, el Roskomnadzor.

Entre otras funciones, este organismo inspeccionará el tráfico que circule entre los rusos para ocasionalmente asegurarse de que no se redireccione a través de servidores extranjeros, y también podría bloquear el contenido prohibido.

Este último punto despertó la alarma entre la oposición política y grupos defensores de los derechos humanos, que ven allí una maniobra para censurar la disidencia y restringir la libertad de expresión.

«Todos los argumentos de que después de la adopción de la ley, Internet funcionará en Rusia como en China son incorrectos y no corresponden a la realidad», aseguró Levin en declaraciones citadas por EFE.

Asimismo, sostuvo que Rusia no prohibirá «el trabajo de los servicios occidentales» y el proyecto de ley «no se adopta para bloquear algo que no está bloqueado hoy, sino para mejorar el trabajo del segmento ruso de Internet».

Entre otras cosas el proyecto de ley hace frente al «carácter agresivo de la Estrategia Nacional de Seguridad Cibernética de EEUU adoptada en septiembre de 2018».

La normativa prevé además el uso de la encriptación para agencias gubernamentales, gobiernos locales y empresas e instituciones municipales en su interacción electrónica, incluso con ciudadanos, individuos y organizaciones.

De ser aprobada por el Senado, como se espera, la ley entraría en vigor en noviembre de 2019, mientras que el sistema nacional de nombres de dominios empezaría a funcionar en enero de 2021.