CLG dialogó con el regatista Santiago Lange, el jugador de beach vóley Nicolás Capogrosso y el nadador paralímpico Facundo Arregui, quienes hablaron sobre la falta de entrenamientos de cara a Tokio 2021
Por Santiago Ceron
La pandemia del coronavirus ha afectado a todo el mundo, incluido el deporte. Prácticamente todas las competiciones se suspendieron y muchas se postergaron, quizás la consecuencia más resonante fue el traslado de los Juegos Olímpicos de Tokio para 2021. Si bien todavía falta más de un año para el evento, muchas disciplinas necesitan una larga preparación, más aún luego de un parate tan largo.
En Argentina el deporte se encuentra paralizado desde el inicio de la cuarentena en aquel 20 de marzo. Sin embargo, en otros países que atraviesan un momento epidemiológico distinto, los entrenamientos están empezando a reestablecerse. Por eso, hace unos días un grupo de reconocidos deportistas olímpicos argentinos formó parte de un video en el que plantean la necesidad de volver a entrenarse de cara a los JJ.OO. de Tokio 2021.
En ese sentido, CLG dialogó con reconocidos deportistas argentinos que están clasificados o tienen la posibilidad de clasificar a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos 2021, quienes contaron cómo atravesaron la cuarentena y cómo los afecta la imposibilidad de entrenar normalmente.
Santiago Lange
Aquel 16 de agosto de 2016 Santiago Lange y Cecilia Carranza sorprendieron al país y al mundo al ganar una de las tres medallas de oro de Argentina en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Hoy, casi cuatro años después, la realidad los enfrenta con una pandemia y la postergación de los Juegos: «No es fácil. Son planificaciones muy largas y ya estábamos en la recta final, pero esa es la realidad. El mayor problema que tenemos ahora es que no podemos entrenar y todos nuestros grandes rivales están entrenando a fondo», expresó Lange.
El regatista argentino se mostró comprensivo con el contexto que enfrenta el país, pero insistió en la necesidad de volver a los trabajos: «Entiendo la realidad que estamos viviendo, por eso estamos tranquilos, pero cuesta entender que no puedan conseguir flexibilizar casos excepcionales como puede ser el nuestro, el de una nadadora que puede entrenar sola en una pileta o el de un remero que puede remar solo en el río. Tenemos la obligación de representar al país y lo queremos hacer bien, por lo tanto tenemos la responsabilidad de entrenar».
Lange señaló que estuvo cerca de poder volver a entrenar en la localidad donde vive, pero finalmente no pudo: «San Isidro nos dio la posibilidad de entrenar, pero fue negada por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires». Y agregó: «Soy muy consciente de la realidad nacional, con el protoclo que propusimos no hay posibilidad de que pase nada. No hay razones lógicas para no dejarnos entrenar, por lo menos yo no las encuentro».
El medallista olímpico aseveró que «sin lugar a dudas» están «perdiendo terreno en la preparación para la competición internacional». Por último, Lange dio detalles del tiempo que les llevará recuperar el ritmo una vez que vuelvan a entrenar: «Llega un momento en el que, después de parar tanto tiempo, cuesta mucho recuperarse. Llevamos tres meses parados, volver al ritmo que teníamos antes de la cuarentena nos va a llegar cinco o seis meses, y ahí ya tenemos los Juegos encima. No recuerdo en mi vida haber estado parado tanto tiempo».
Nicolás Capogrosso
El rosarino que integra la selección argentina de beach vóley contó cómo trabajó durante la cuarentena: «Los primeros quince días todavía no se habían suspendidos los Juegos y estuvimos entrenando en una quinta en Funes con todo el equipo. Nos ambientaron un gimnasio con la cancha, sin arena, y seguimos entrenando como equipo».
«Nos enteramos que se habían postergado los Juegos Olímpicos y que se suspendieron todas las competencias del circuito mundial que teníamos planificadas. Cada uno se volvió a su casa y a partir de ahí arrancó una cuarentena distinta. El mismo gimnasio que teníamos en Funes me lo ambientaron en mi casa, por lo que puedo entrenar la parte física en un 90%, porque estoy haciendo tanto lo que es pesas como lo aeróbico», añadió.
El rosarino señaló que «todavía no están habilitados los entrenamientos ni La Florida para ir a moverse», y que el no tener torneos por delante puede ser difícil: «Trato de fijarme objetivos diarios de trabajar bien más que planificar en lo que viene, es muy difícil mirar para adelante. No sabemos absolutamente nada sobre las competiciones, lo único que tenemos confirmado es que los Juegos Olímpicos son el año que viene. Es muy difícil ponerse un objetivo, lo único que estamos haciendo es mantenernos físicamente para cuando volvamos a entrenar no sea tan dura la adaptación».
«No hay que volverse loco, lo pienso desde el lado de la salud. Obviamente tengo ganas de volver a entrenar normalmente, a empezar a sentirme jugador otra vez. Por ahí uno pierde el foco y te empezás a sentir un poco obsoleto o que no hacés lo que te gusta. He tenido algunos baches en los que me he deprimido en mi casa, pero estamos todos viviendo una situación así», agregó.
Con respecto al tiempo que les llevará recuperar el ritmo, Capogrosso explicó: «Creo que con el trabajo físico que estamos haciendo con un mes en la arena vamos a estar bastante bien para volver a competir. El ritmo de juego no lo vamos a tener nosotros ni nadie, es algo que sabemos que va a suceder. Estamos tranquilos porque sabemos que no estamos dando ventaja desde lo físico».
Por último, lamentó la postergación de los Juegos: «Fue muy duro enterarme, fue una situación muy fea, sentí que el año estaba perdido. Nos veníamos preparando hace cuatro años siendo los Juegos el objetivo mayor, sentía que estábamos llegando a la competición con mejores condiciones que los rivales».
Facundo Arregui
El nadador rosarino ya está clasificado para los Juegos Paralímpicos, los cuales también fueron postergados para 2021. Sin clubes ni piletas abiertas, Arregui se las debe arreglar con lo que encuentra en su hogar: «Estoy entrenando con todo lo que tengo a mi alcance, obviamente no en las mismas condiciones ni de la misma manera que antes. Desde que arrancó la cuarentena estoy haciendo trabajos en seco: gimnasio y entrenamiento funcional. Mi papá es mi entrenador y por suerte estoy con él en mi casa».
Sin embargo, en los últimos días Arregui recibió un gesto de sus vecinos: «Desde la semana pude conseguir que en el edificio donde vivo me permitan usar la pileta para poder entrenar en el agua. Hago nado resistido con un tensor porque obviamente es una pileta chica y no se puede nadar normalmente. Los vecinos tuvieron un gesto muy digno, fueron muy solidarios».
Por otra parte, se refirió a la suspensión de los Juegos de este año: «Veíamos venir la postergación hace un tiempo cuando empezó la pandemia. Es bastante complicado, ya estábamos ahí nomás, estábamos con la puesta a punto, y de un día para el otro postergan el evento. De todas maneras, está sobre la mesa que el año que viene se pueda cancelar si no aparece una vacuna».
Con respecto a la preparación que realiza, indicó: «Todo es paso a paso hoy, no se puede proyectar a futuro porque no se sabe qué va a pasar, estamos con objetivos a corto plazo de poder estar lo mejor posible cuando todo vuelva la normalidad, llegar bien físicamente».
«Me encantaría volver a entrenar normalmente, tengo entendido que en Rosario está en marcha un protocolo para que los deportistas podamos entrenar, pero todavía no hay nada confirmado. A todos nos afecta de la misma manera y queremos empezar lo antes posible, especialmente los que ya estamos clasificados para los Juegos, es normal que tengamos la prioridad en estas situaciones», concluyó.