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Economía

Los cinco sectores que seguirán afectados por la crisis


Cerrado un año difícil y ya promediando el verano de 2019 , resurge la expectativa oficial y privada de que los datos de la economía empiecen a mostrar algunos signos de mejora. Sin embargo, para los analistas, la tendencia negativa aún no ha comenzado a revertirse y los números que se publicarán en las próximas semanas (correspondientes, sobre todo, a la actividad de diciembre y enero) mostrarán una continuidad de las caídas.

Para Martín Vauthier, de la consultora EcoGo, los sectores más golpeados serán los orientados al mercado interno, afectados por «un contexto donde la suba del salario real y el poder adquisitivo de las jubilaciones y las prestaciones sociales será acotado (no van a alcanzar a recuperar la pérdida de 2018), el crédito va a seguir sin traccionar y el desempleo puede seguir aumentando».

Según analistas consultados, habrá cinco datos económicos en particular de los que cabe esperar los peores resultados.

Industria en general

«Lo que esperamos para el cierre del año es una caída cercana al 9,5%, bastante parecida a la de noviembre», anticipó Pablo Dragún, director del centro de estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), que elabora su propio registro sobre la marcha del sector. «Tanto en enero como en febrero, y diría que en marzo también, va a seguir una tendencia similar al último trimestre de 2018, con una baja cercana al 8%, con lo cual el primer trimestre va a ser complicado», añadió.

Según los registros del Indec , la actividad industrial viene en caída desde junio de 2018. El último dato disponible es de diciembre, momento en que el índice de producción industrial (IPI) registró una baja interanual del 14,7%. En tanto, la encuesta cualitativa industrial, que mide expectativas de las empresas, arrojó que para el período diciembre 2018-febrero 2019 el 55,4% de las empresas anticipan una baja de la demanda interna.

Construcción

Una encuesta realizada por el Indec a grandes empresas del sector de la construcción muestra expectativas desfavorables para el período enero-marzo de 2019. Mientras que el 50% de las firmas que hacen obras privadas prevé que el nivel de actividad del sector disminuirá, entre las compañías dedicadas a la obra pública ese número supera el 59%. Las causas de tales expectativas son, fundamentalmente, la caída de la actividad económica en general, los atrasos en la cadena de pagos y la inestabilidad de los precios.

«La construcción vinculada a la obra pública va a registrar una caída, aunque puede ser compensada parcialmente por el crecimiento de la construcción privada, incentivada por la reducción de los costos en dólares», apuntó Vauthier, de EcoGo. «El crédito caro es otro factor que frena el despegue del sector», acotó Guido Lorenzo, de la consultora LCG.

A nivel de empleo, la construcción también es un sector que trae malas noticias. Según datos publicados a fines de enero pasado por la Secretaría de Trabajo, entre noviembre de 2017 y el mismo mes de 2018 se perdieron 19.000 puestos de trabajo, solo en el sector privado registrado. Si se considera que es un sector con fuerte incidencia de informalidad, la cuenta se multiplica.

Autos y motos

El patentamiento de motos cero kilómetro finalizó 2018 con una caída interanual del 16,5%, de acuerdo con el relevamiento de la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (Cafam). En enero, la caída fue todavía más pronunciada: 45% interanual.

La industria automotriz, a su vez, finalizó el año con una baja en los patentamientos de casi el 11%, un número matizado por los buenos números de los primeros cinco meses, según la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara). Después de la crisis cambiaria de abril los números empeoraron y en diciembre pasado la baja interanual fue del 40,6%. Todo indica que la recuperación llevará tiempo. De hecho, en enero se patentaron poco menos de 60.000 unidades y si bien, por razones estacionales, significa una mejora contra diciembre (111%), en la comparación interanual representa una baja del 50,4 por ciento.

«Estos sectores están parados por la devaluación. Venían creciendo muy fuerte y se desplomaron. Aunque lo que hay que mirar es el dato mes contra mes para ir encontrando los pisos. Diciembre y el primer trimestre de 2019 podrían ser el piso para esos rubros», arriesgó Iván Carrino, de la consultora homónima.

Electrodomésticos

«Los sectores de bienes de consumo durables fueron muy castigados en 2018 y difícilmente registren una recuperación sostenida este año», anticipó Vauthier. Según un informe de la compañía de investigación de mercados GFK Argentina, las ventas de electrodomésticos bajaron un 12% en 2018 en comparación con 2017, en tanto que la comercialización se derrumbó un 38,66% interanual en diciembre. La caída de la demanda de electrodomésticos tiene que ver, una vez más, con el ajuste en el bolsillo de los consumidores.

«En épocas de caída del poder adquisitivo la gente se enfoca en las compras de todos los días y pospone las de bienes durables. Más con un contexto de tasas de interés elevadas», explicó Cao, y ejemplificó: «El rubro electrodomésticos sufre una caída más fuerte que el textil y el textil más fuerte que alimentos».

Textiles

Para los economistas, la industria textil es un sector que seguirá mostrando caídas muy fuertes. Según los últimos datos del Indec, los productos textiles sufrieron un retroceso interanual de 36,3% en diciembre (con una baja notable en la producción de hilados de algodón, que cayó 45,1%) y la cantidad de costureros registrados se redujo en más de 3050 en la comparación del segundo trimestre de 2018 con el mismo período del año anterior.

«Hay una cuestión estructural de falta de competitividad del sector que ya incluso los venía golpeando antes de la crisis del año pasado», apuntó Cao.

Según Jorge Sorabilla, vicepresidente de la fundación ProTejer, director de TN&Platex y miembro de la UIA, el uso de la capacidad instalada en el sector está apenas por encima del 40%. «Estos ratios, que son los peores de los últimos 20 años, reflejan la caída del mercado interno; la gente tiene diezmado su poder adquisitivo y el sector textil nacional depende de ese mercado», señaló.

Los economistas creen que con la mejora de la cosecha, más la recuperación de Brasil, es posible que se comience a revertir de a poco la tendencia de la actividad en la segunda parte del año. Todos coinciden: los resultados positivos no se verán el primer trimestre.