Susana Rueda, la candidata más votada en el cargo de concejal en las pasadas elecciones, habló con CLG sobre los temas más importantes del momento
Por Matías Gregorio
Susana Rueda se prepara. Estudia, participa de reuniones y analiza las problemáticas de la ciudad para abordarlas en los próximos cuatro años. Con 156.918 votos, y bajo el sello del Frente Progresista Cívico y Social, fue la candidata más elegida por los rosarinos en las pasadas elecciones generales para obtener una banca en el Concejo Municipal. Y sabe cuál será uno de sus primeros proyectos en el Palacio Vassallo. «Lo primero que se me ocurrió cuando estaba realizando la campaña en los barrios es la necesidad imperiosa de instalar lo que Pablo Javkin llama en su propuesta jardines maternales y yo llamo centros de cuidado. Son imprescindibles porque en los barrios muchas mujeres crían a sus hijos e hijas solas», aseguró.
Además, admite que siente responsabilidad por la confianza que le brindó la ciudad, pero afirma que la devolverá con trabajo y presencia en los barrios, lo que para ella es el verdadero trabajo de un concejal. «Como condición para votarme la gente me pidió que vuelva a los barrios una vez que asuma el cargo, y eso es exactamente lo que voy a hacer». De hecho, la futura edila ganó en 18 de las 22 seccionales, con mayor preponderancia en los barrios de la ciudad y menor porcentaje de votos en el centro.
Para llegar al Palacio Vasallo, Susana dejó atrás una larga carrera periodística que la llevó a los principales medios radiales y televisivos de la ciudad. «Es el momento de salir de mi zona de confort y exponerme a lo que vendrá», había dicho cuando lanzó su candidatura.
En medio del receso invernal, la periodista atendió a CLG y contó la intimidad de sus días tras el gran triunfo electoral. A su vez, además de adelantar en qué temas hará hincapié una vez que asuma, sostuvo en reiteradas ocasiones que la única manera de revertir la crisis que atraviesa el país es que «cambie el signo político en diciembre». Rueda criticó efusivamente a Cambiemos y hasta se distanció de la fórmula de Alternativa Federal que encabezan Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey y que cuenta con el apoyo del gobernador socialista Miguel Lifschitz. «Veremos que pasa en las Paso, yo siempre voy a estar más cerca de cualquier alternativa que garantice la salida de Mauricio Macri del poder».
—¿Cómo te estás preparando para asumir en tu cargo como concejala?
—Después de las elecciones hubo un proceso de descompresión. Aún no me tomé vacaciones, pero seguro lo haga pronto. Lo que resta del tiempo estoy de reuniones y aprendiendo muchas cosas, como el reglamento del Concejo y estudiando en qué comisiones me interesa trabajar. Además, no he descuidado la presencia en los barrios, que es lo que realmente me gusta hacer.
—¿Qué temas considerás que deben ser tratados con prioridad en el Concejo?
—Lo primero que se me ocurrió cuando estaba realizando la campaña en los barrios es la necesidad imperiosa de instalar lo que Pablo Javkin llama en su propuesta jardines maternales y yo llamo centros de cuidado. Son imprescindibles porque en los barrios muchas mujeres crían a sus hijos e hijas solas. En los sectores más pobres de la población, el 70% de los hogares está integrado por jefas de hogar. Y si esas mujeres no tienen quien les cuide los chicos, las estamos condenando a más pobreza. Se debe resolver este tema lo antes posible realizando un trabajo articulado con clubes de barrio, con instituciones sociales, con comedores y con todo lo que ya está funcionando para que las madres puedan dejar a sus hijos a cuidado del Estado y que además se logre controlar la salud y la nutrición de esos niños y que también puedan comer bien. Así, las madres tendrán la posibilidad de capacitarse en los distintos programas que existen, o directamente trabajar o terminar la escuela secundaria, lo que generaría igualdad de oportunidades.
—En relación a las recorridas por los barrios que señalas, imagino has palpado la problemática que existe en torno a las personas que viven en la calle: ¿Qué análisis hacés?
—Tiene directa relación con la situación económica calamitosa a la cual nos ha llevado el gobierno neoliberal de Mauricio Macri. Mientras exista esta política, vamos a seguir expulsando gente del sistema y vamos a tener que ir resolviendo sobre la marcha los problemas que se generan, como por ejemplo la gente que duerme en la calle porque ya no pueden pagar una pensión o un alquiler. Es dramático y no hay políticas sociales que alcancen porque es muy difícil contener ese aluvión de personas que todos los días quedan excluidos de la distribución de la riqueza. Por eso, la única forma de revertirlo es que cambie el signo político en diciembre.
—¿Cuál es tu postura y tu mirada sobre las elecciones nacionales a celebrarse dentro de muy poco?
—Me metí en política para evitar que Cambiemos pueda llegar a tener un centímetro cuadrado de poder en Rosario. Lo más importante es desplazar al gobierno neoliberal. Voy a apuntar específicamente a eso. Y ojalá que este modelo no vuelva más a gobernar en la República Argentina porque sino todo lo que avanzamos después lo retrocedemos. Por supuesto que todos queremos un gobierno honesto que genere trabajo, producción y políticas sociales, pero en principio lo primordial es lograr que se vaya Macri del gobierno nacional.
—¿Te seduce la propuesta de Alternativa Federal que apoya Miguel Lifschitz?
—Veremos que pasa en las Paso, yo siempre voy a estar más cerca de cualquier alternativa que garantice la salida de Mauricio Macri del poder. Por supuesto que vamos a estar apoyando la lista de Enrique Estévez como diputado nacional tanto en las Paso como en las elecciones generales, ya que considero que es una lista con valores importantes y que se ha conformado con integrantes de distintos sectores de la provincia de Santa Fe.
—¿Cómo creés que será la gobernabilidad en Santa Fe con Pablo Javkin en la ciudad y Omar Perotti en la provincia?
—Confío en que hayamos aprendido algo durante todos estos años y que se garanticen los derechos humanos fundamentales como la salud pública y los programas sociales y el Plan Abre, entre otras cosas. Durante la campaña todos los candidatos dijeron que hay cosas que no se tocan, y sobre todo en momentos tan difíciles como los que se vienen. Además, tengo una alta confianza en Pablo como piloto de tormentas y un negociador que apuesta permanentemente al diálogo. Tampoco hay que olvidar que nadie podrá hacer lo que quiera en esta provincia porque la gente votó de forma muy diversa, ya que, por ejemplo, Perotti tendrá el gobierno provincial pero a la vez la Cámara de Diputados contará con mayoría del Frente Progresista. Va a ser muy importante que nos pongamos de acuerdo porque la situación económica será compleja y la gente ya está cansada de ver que los políticos se pelean mientras los vecinos la pasan mal.
—¿Que vaticinás para el año próximo?
—El 2020 será un año muy difícil de reacomodamiento económico, donde los poderes del Estado, especialmente los locales, vamos a tener que estar muy atentos y muy a disposición del vecino para resolver problemas puntuales y urgentes. También deberemos estar muy cerca de la gente que hace, porque una de las cosas que nos demuestra esta crisis es que hay mucha gente solidaria y mucha gente dispuesta a ayudar al otro.
—¿Cuál es tu postura sobre el megaproyecto de las torres Lattuca que fue aprobado recientemente en el Concejo?
—Al no estar en el Concejo, no tuve en mis manos los estudios de impacto ambiental que se hicieron, pero sí tengo que creerle a los concejales que sí lo hicieron y los estudiaron, en principio es una iniciativa importante que puede cambiar en forma fundamental la dinámica urbana en el centro de la ciudad. Se ha negociado, con una posición clara del Frente Progresista, y después de mucho tiempo se terminó habilitando. Igualmente, el empresario Lattuca no sabe cuando va a empezar a construir por los constantes cambios de la economía argentina. Si genera trabajo y si genera un espacio más amable, sobre todo desde el punto de vista de los espacios públicos abiertos como plantea el proyecto original, estaríamos de acuerdo.
—Esta semana se pusieron en debate las transgresiones al código urbano por parte de edificios que superan la altura permitida y que sólo son multados, como en el caso de un inmueble de Francia al 200. Como futura concejala, ¿cómo se podría tratar este inconveniente?
—Las leyes están para cumplirlas. En este país tenemos siempre a mano el atajo para evitar cumplir la ley. Debemos controlar más, y en ese sentido una de las cosas que señalé desde afuera como crítica a la Municipalidad de Rosario es la falta de control. Si controlamos mejor cuando las obras se están haciendo, podemos lograr que nadie tenga que recurrir después a este tipo de compensaciones que se han generado en el último tiempo.
—¿Sentís responsabilidad por toda la confianza que te dieron los rosarinos en las elecciones?
—Sí, por supuesto, es una enorme responsabilidad. Lo siento profundamente y no dejo de agradecer a los rosarinos por haber demostrado esa contundente confianza en una campaña que fue relativamente corta. Pero también debo decir que no siento que la gente me haya votado solamente por ser una cara conocida, porque hice una campaña súper intensiva. Recorrí profundamente los barrios y la ciudad, y pude tomar consciencia de cuáles son los problemas fundamentales. Hablé con la gente, y creo que la ciudadanía puede percibir cuando uno es sincero. Estuve durante muchos años dedicada a los medios y a la televisión, y elegí pegar el salto para estar en los barrios. Es decir, podría haberme quedado en un canal de televisión, pero cuando yo escojo meterme en la política no tomo la decisión para estar encerrada en el Palacio Vasallo. Quiero seguir recorriendo los barrios y aprendiendo de la gente. Estoy convencida, porque eso es lo que el Frente Progresista me ha enseñado, de que la única forma de resolver los problemas de la población es a través de una construcción colectiva. El trabajo de un concejal debe estar en los barrios. Y me lo pidió la gente como condición sine qua non para votarme, que vuelva, que esté presente, que no los olvide, y eso es exactamente lo que voy a hacer.