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Los canillitas quieren resistir al paso del tiempo y buscan ampliar su oferta de productos y sumar servicios


Los puestos de diarios de Rosario apuestan por un cambio en su forma de trabajo que acompañe a las nuevas formas de vida, que están lejos del diario papel

La sociedad cambia constantemente, las costumbres viran y se transforman de generación en generación, todo comienza a replantearse en formas y actividades y en este sentido están trabajando los canillitas de Rosario. “La tribuna grita gol, el lunes por La Capital”, frase que acuñó “Fito” Páez en la célebre “Mariposa Tecnicolor” quedó lejos. Hoy las primicias están lejos de los puestos de diarios y la imagen de los transeúntes con el diario bajo el brazo solo se encuentra en películas. 

Ante esta situación, los vendedores de diarios y revistas presentaron en el Concejo Municipal un proyecto para ampliar su actividad ya que advierten un 50% en la caída de ventas y la pérdida de 1 de cada 3 puestos de comercialización en el último lustro. “La venta de mostrador prácticamente está muerta. Los diarios se venden a los clientes de siempre o suscriptores. Las revistas de periodismo rosa prácticamente quedaron nulas y nos mantenemos con la venta de colecciones”, explicó Osvaldo Bunetta, secretario General del sindicato de Canillitas de Rosario en diálogo con CLG. 

La problemática que va apagando el rubro tiene alcance naciona:, los casi 230 kioscos registrados en Rosario no quedan exentos, por lo que el gremio pelea para que permitan ampliar los productos a comercializar ante el avance de la tecnología. Hoy el público que acude a un puesto de diarios ronda entre los 65 y 70 años, la situación para estos trabajadores se torna “desesperante” y si no logran un cambio “tenemos fecha de vencimiento”, sentenció Bunetta. 

En septiembre de 2023, ante este contexto la federación nacional de canillitas logró un acuerdo con el ex ministerio de Trabajo para ampliar el rubro sin perder la esencia de ser trabajadores de la cultura, tal como la ley que los regula los identifica. “A partir de esa resolución podemos cobrar impuestos, cargar tarjeta de colectivo, vender muñecos, gaseosas, entregar café o servicio de cafetería, entre otros puntos”, recordó el gremialista. 

El proyecto en el Concejo Municipal presentado por el Sindicato de Canillitas de Rosario busca que el Poder Ejecutivo y los organismos de control reconozcan esta medida «para que no tengamos ningún problema con la municipalidad y cuando los inspectores vean que tenemos productos que antes no, sepan que estamos autorizados”. 

“Si no le encontramos la forma de agregarlo y que el vendedor mínimamente justifique que abra el kiosco, tendríamos que cerrar las puertas porque no tenemos la venta de antes”, cerró con dureza Bunetta.