La Selección francesa aterrizó en suelo galo a menos de un día de haber alzado la Copa del Mundo en Rusia. En el aeropuerto Charles de Gaulle de París ya los esperaba una fiesta, y lo mismo se replicó en las calles.
El avión que trasladaba al equipo fue recibido por una dotación de bomberos del lugar haciendo juegos de agua. Ese es el nivel de alegría que se manifiesta en toda Francia.
Además, los Bleus recorren la avenida de los Campos Elíseos en un colectivo descapotables. Por las calles los espera una multitud para felicitarlos y mirar lo más cerca posible el incomparable trofeo.